Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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El precio de la leche, en el podio de los más caros

El litro en Argentina cuesta U$S 1,55, sólo superado en Canadá (1,86). Impuestos y costo logístico, las causas.
Más allá del alto valor en las góndolas, los tamberos reciben migajas.

Según un informe del Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de Córdoba, el precio de la leche en Argentina es el segundo más caro del mundo. El estudio se hizo entre 36 países referentes: al consumidor aquí cuesta 1,55 dólares el litro, valor que sólo supera Canadá, con 1,86.

El reporte describe que hubo un valor histórico de venta al público, acorde a la media internacional, de un dólar el litro, en tanto que el precio pagado al productor tuvo un "estándar" de 30 centavos de dólar. "Este año el precio rompió esa media para situarse 55 centavos de dólar por encima".

Para el Centro, el precio de la leche en el mercado interno está "desfasado y desequilibrado" respecto del internacional, "ocasionando un abrupto descenso en su consumo y el encarecimiento de sus derivados".

Los primeros diez puestos del ranking son para Canadá, Argentina, Puerto Rico (1,52 dólares), Israel (1,50), Qatar (1,47), Suiza (1,45), Australia y Panamá (1,40) y Costa Rica (1,30). Los países más baratos son Alemania (75 centavos), Egipto (70) e India (65).

Alejandro Leveratto, vicepresidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba, explicó que nadie "nunca tuvo voluntad política para transparentar los precios de la cadena".

El costo de producción varía según múltiples factores. "Los valores son diversos, el promedio es engañoso", apuntó. En junio los productores cobraron entre 5,45 y 5,70 pesos por litro.

"Cuando arrancó esta gestión nos fue peor -continuó- porque actualizaron los precios de maíz y soja, pero no los nuestros. Hoy con valores más favorables, complica lo que venimos arrastrando". A su entender, la política no puede ser "dejar que el mercado actúe" porque el único "estable y rentable" es el doméstico y ajusta "destruyendo la producción para que no haya sobreoferta".

Desde el Centro de la Industria Lechera (CIL), que reúne a las grandes empresas, su presidente, Miguel Paulón, señaló a que, desde la salida de fábrica a los puntos de venta los costos impositivos y logísticos son altos: "La industria llega, en muchos casos, directamente a la góndola y después también asume la reposición. Obviamente hay un agregado de la cadena comercial que varía según el tipo de producto, los de más alta rotación tienen menos margen; pero la incidencia en general es significativa en lo que paga el consumidor".