Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La ecoplanta funciona al 10% de su capacidad operativa

Pese a que se inviertieron 10 millones de pesos en los últimos años, la planta separa 5 toneladas diarias de residuos cuando podría recibir hasta 50. Qué pasa con los puntos limpios.
El camión para levantar las campanas estuvo fuera de servicio, lo cual generó problemas.

Mario Minervino

mminervino@lanueva.com

La ecoplanta de General Daniel Cerri sigue sin encontrar su rumbo. O dicho en otras palabras: no logra consolidar su funcionamiento en proporción con la cantidad de residuos que genera la ciudad y que podrían ser tratados en sus modernas instalaciones, en las cuales se inviertieron 10 millones de pesos en los últimos años.

Las instalaciones, de acuerdo con los encargados del lugar, funcionan hoy apenas al 10% de su capacidad operativa, cumpliendo con el tratamiento de 5 toneladas diarias de basura, cuando podría recibir hasta 50.

Con el agravante de que lo generado tampoco se está comercializando, "por algunas cuestiones técnicas", situación que producirá una demora al menos hasta octubre.

La situación responde, en principio, a varios factores. Por un lado, la inexistencia de un plan integral de recolección y separación de residuos urbanos en origen, el cual permitiría la llegada a la planta de material clasificado -entre orgánico e inorgánico- desde una cantidad conveniente de barrios para aportar el tonelaje adecuado.

Por otro, la falta de divulgación para que se vaya formando esa cultura de tratamiento es notoria, al punto que en Cerri, donde se realiza esta modalidad, apenas el 30% de los residuos son debidamente separados por los vecinos.

El resto del aporte de material proviene de los denominados puntos limpios.

Limitaciones

Se tiene además una limitación logística, ya que en las últimas semanas estuvo fuera de operatividad el camión grúa con el cual la ecoplanta se ocupa de recoger las campanas ubicadas en distintos puntos de la ciudad.

En este aspecto es justo reconocer que existe una buena respuesta de los vecinos en cuanto a depositar los residuos en estos recipientes, separando metales, plásticos, papel y vidrio.

Acerca de la situación que se suele verificar con las campanas desbordadas de basura y la acumulación de residuos alrededor de las mismas, desde la planta cerrense explicaron que su responsabilidad es retirar el contenido de las campanas, mientras que Bahía Ambiental Sapem se debe encargar del excedente.

Replanteo integral

Desde la ecoplanta señalaron, a su vez, que hoy no sería factible aumentar la producción sin un replanteo integral del funcionamiento.

Pasar del tratamiento de las 5 toneladas actuales a las 50 que admite la nueva tecnología exige un aumento del personal y una reorganización de los turnos.

En la actualidad, el establecimiento ocupa a 50 personas, la mitad perteneciente a la cooperativa de trabajo que está a cargo y el resto, recolectores informales.

Los residuos reciclados no se están comercializando, quedando en stock. Los trabajadores cobran una mensualidad mediante planes sociales y a cargo del municipio.

No solo separación

La ecoplanta no solo tiene como objetivo la separación y el tratamiento de la fracción de inertes para la recuperación de papel, vidrio, metales, plásticos, etc. y la elaboración del compost (abono) a partir de la materia biodegradable.

Además, busca revertir el impacto negativo que produce la disposición de los residuos por perdidas de recursos y por contaminación ambiental, reincorporando la mayor cantidad de materia al ciclo productivo.