Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Bienestar y reducido impacto ambiental, claves del engorde

Un modelo intensivo de vacunos, basado en la rotación entre parcelas, asegura ganancias de peso semejantes a las de un feedlot convencional.
Bienestar y reducido impacto ambiental, claves del engorde. Con el campo. La Nueva. Bahía Blanca

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) promoverá un modelo de engorde intensivo de vacunos desarrollado en la provincia de Entre Ríos que, basado en la rotación entre parcelas, favorece el bienestar del rodeo y asegura ganancias de peso similares a las de un feedlot convencional.

Esta tecnología de bajo impacto ambiental ya se aplica, según se indicó desde el organismo, en campos comerciales.

Además, el engorde intensivo mejora el nivel de fertilidad del suelo y permite la siembra posterior de soja y maíz con aumentos de hasta el 10 % en los rindes.

Conocida como feedlot ecológico, esta tecnología fue validada durante ocho años de manera experimental y se encuentra aplicada en campos comerciales de la zona núcleo.

Las características y estrategias de manejo se presentarán en el Día de Campo, que llevará a cabo el instituto en la ciudad de Concepción del Uruguay, los días 11 y 12 del mes de noviembre venideros.

“Si bien esta nominación fue aceptada para facilitar la adopción, el uso del término ecológico no es estrictamente correcto, debido a que tiene un significado preciso asociado con la producción de carne ecológica certificada”, manifestó Sebastián Vittone, especialista en producción animal del INTA Concepción del Uruguay.

No obstante, Vittone explicó que “la concentración de animales en espacios reducidos con encierres precarios y la falta de programas de instalaciones, así como de estrategias de manejo de insumos y efluentes, generan conflictos desde el punto de vista ambiental en cercanías a las ciudades, los pueblos y las rutas y exigen la búsqueda de otras alternativas productivas”.

Este modelo de invernada estima un número máximo de entre 500 y 1.000 animales por unidad productiva con una carga máxima de 100 cabezas por hectárea.

Esto es equivalente a 80 metros cuadrados por bovino en parcelas de 40 individuos.

“La superficie es de 5 a 10 veces mayor de la que puede llegar a tener un feedlot convencional”, comparó Vittone.

El encierre se organiza en potreros con un manejo similar a un pastoreo rotativo en franjas o sistema de pastoreo radial sin calle.

Además, requiere caminos accesibles para garantizar el abastecimiento regular de alimento y el tránsito de los animales.

También utiliza alambrado eléctrico para las divisiones y, según el diseño, incorpora aguadas y comederos móviles.

De acuerdo con el especialista, la provisión de alimentos en tolvas sigue el esquema de “a comedero lleno, grano entero y fibra cero”.

De esta forma, “se eliminan las expresiones de dominancia de los más agresivos respecto de los más pasivos cuando se suministra el alimento en pocas tomas diarias, que generan falta de bienestar animal”, apuntó.

Más allá de la categoría de que se trate, consideró la importancia de incorporar animales de no menos de 200 kilos de peso vivo.

“La razón de este peso mínimo se relaciona con la forma de ofrecer la ración —a voluntad— en los comederos tolva y con el peso mínimo de faena fijado por disposición nacional”, explicó Vittone.

“Feedlots llenos”

El analista del mercados ganaderos, Ignacio Iriarte, aseguró que —hoy— los “feedlots están llenos, con una oferta de gordo proveniente de los corrales que se espera empiece a crecer en las próximas semanas”.

Iriarte manifestó que en el mercado ganadero hay una “oferta importante, pero que cambia semana a semana según los feriados y las lluvias”.