Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Rodrigo de la Serna, un actor que le canta a la identidad cultural

El intérprete de 41 años alterna su labor en sets y escenarios con la música.
Fotos: NA

   El actor Rodrigo de la Serna advirtió que en el mundo actual "con los medios de comunicación y todo el tema de la conectividad hay como mucho barullo, y ese barullo está consiguiendo borrar las identidades culturales de cada país".

   El intérprete de 41 años, famoso por sus personajes de cine y televisión -como el recordado "Lombardo" de la tira El Puntero-, alterna su labor en sets y escenarios con la música, y al frente de un cuarteto de guitarras "bien pulenta" bautizado Yotivenco siente que forma parte de la "resistencia cultural" al levantar las banderas del tango y la música criolla.

   "El conventillo es un poco una síntesis de la sociedad moderna argentina. Y el tango un poco se cocinó en esos conventillos. Los argentinos somos una cultura mixta y el tango es una música mixturada, con muchas influencias", analizó de la Serna.

En una nota con el programa Mucho Por Hacer, que sale al aire por la FM UB 90.9, la radio de la Universidad de Belgrano, Rodrigo de la Serna desmenuzó culturalmente a los argentinos y concluyó: "Somos un pueblo complejo, con muchas influencias europeas, aborígenes, africanas...".

   Multipremiado por sus trabajos en cine, teatro y televisión, De la Serna despunta su pasión por la música desde el 2005, cuando formó Yotivenco junto a sus amigos Juan Pablo Díaz Hermelo, Blas Alberti y Fabio Bramuglia.

   La banda brilló en varios eventos, como el Festival Internacional de Tango de la Ciudad de Buenos Aires compartiendo escenario con la orquesta típica de Leopoldo Federico, el cierre del Campeonato Mundial de Tango y el Festival de Cine de Morelia (México).

   Yotivenco (conventillo al revés, en lunfardo) ya tiene publicado un disco y en la actualidad está grabando el segundo, y lleva realizadas varias giras por el interior y el exterior.

   El cuarteto presentará este lunes en el teatro Astral, de Buenos Aires, un espectáculo musical en el que recorre distintos géneros entre los que se alternan tangos, milongas, chamarritas, gatos cuyanos y candombe, en un mosaico de música criolla basada en un cuarteto de guitarras.

   Consultado por cómo conviven en él sus 2 facetas artísticas, de la Serna señaló que "el actor es medio músico", ya que "hay ritmo en una actuación, en un caminar, en un andar".

   "Cada personaje tiene su ritmo, su melodía y tiene su armonía también.Toda la composición psicológica podría ser la armonía, cómo se mueve sería el ritmo y lo vocal en cada personaje es distinto y esa es su melodía", evaluó.

   Explicó que "el actor también le presta algo al músico, porque el actor siempre está pensando poéticamente y la música también puede ser observada desde la poesía o puede ser interpretada poéticamente".

   "Ni hablar si uno canta o interpreta un tango, que tiene letras generalmente con mucho dramatismo, con mucha impronta literaria, con dramaturgia casi. Y el actor está al servicio de esa poesía no solo con la voz sino con el cuerpo y con la emoción. Ahí el actor le está prestando algo al cantante también", apuntó.

   Para Rodrigo de la Serna, más allá de las modas y los embates culturales, "el tango siempre va a estar respirando", ya que en Buenos Aires "el asfalto, esos adoquines, siempre van a estar impregnados de tango".

   "Con los medios de comunicación y todo el tema de la conectividad hay como mucho barullo.Y yo siento que ese barullo está consiguiendo borrar las identidades culturales de cada país.

   Por eso, lo que estamos haciendo con el Yotivenco de alguna manera es un poco una resistencia cultural", remarcó al justificar su interés por recrear la música criolla.

   De la Serna se crió en el Bajo Belgrano y "la banda sonora de ese barrio era la milonga", según recordó durante la entrevista con MPH.

   "La identidad argentina nace con las invasiones inglesas y todos los cuerpos de milicias que repelieron a los invasores son las que dieron nombre a las calles de mi barrio: Húsares, Dragones, Migueletes, Miñones, Montañeses, Arribeños...", concluyó. (NA)