El ámbito legislativo insiste con la instalación permanente de la VTV

Redacción de La Nueva.

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Natalia Miguel

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El concejal Sadi Gelós, del bloque de la Integración Vecinalista Rosaleña, considera necesario, teniendo en cuenta la flota de vehículos de Coronel Rosales, la instalación permanente en la ciudad de una planta de Verificación Técnica Vehicular.

Para ello, desde el Concejo Deliberante se enviará una solicitud al Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires y además se pedirá al Ejecutivo municipal que realice gestiones al respecto ante el citado organismo bonaerense.

Entre los argumentos del requerimiento, Gelós dio a conocer la cantidad de vehículos en el distrito: 18 mil motovehículos y 36 mil automóviles, aproximadamente.

Mencionó que existen diferentes plantas que trabajan en forma permanente en la provincia de Buenos Aires y “en nuestra ciudad el servicio funciona dos veces al año, en días estipulados”.

“Es recurrente que los propietarios de automotores no sepan qué días viene esa planta a nuestro medio. Y además, como permanece durante pocas jornadas, se deben soportar esperas tediosas para cumplir con la obligación”.

Al mismo tiempo, destacó que los propietarios de automotores de diferentes ciudades cercanas podrían contar con este servicio en un punto más cercano a su ciudad de origen.

“Suele suceder también que cuando la planta móvil no está o no coincide con la fecha de vencimiento de la oblea obligatoria, se debe recurrir a la ciudad de Bahía Blanca para realizar el control de la VTV. Esta solicitud que hoy presentamos ha sido reiterada desde diferentes bloques políticos”, agregó.

La bancada de la IVR se hizo eco además de los reclamos del barrio Ate VII presentadas mediante notas ante el Departamento Ejecutivo.

En primera instancia, el concejal dijo que los vecinos solicitan al DE que se lleve a cabo por sí mismo o mediante la intervención del organismo provincial competente, la obra de construcción del cordón cuneta y el asfalto en la calle Chubut, paralela a Boulogne Sur Mer, a la altura de la plaza “Destructor Piedrabuena”.

Los frentistas dicen, según Gelós, que el suelo de esa calle de tierra no es firme, impidiendo, cuando llueve por ejemplo, el normal tránsito de vehículos como así también el desplazamiento a pie de las personas, debido a los pozos y barro que se producen por el efecto del agua.

“En 2016, mediante una segunda nota, solicitaron una respuesta en relación con la primera, en 2015. Allí agregaron otras necesidades que requieren respuestas urgentes, como el correcto mantenimiento de la plaza del barrio, la forestación de los espacios verdes, el control permanente por el área que corresponda de los equinos que circulan libremente por el barrio y la implementación y puesta en marcha de un sistema de recolección de residuos domiciliarios”, expresó.

“Como surge claramente de ambas notas, pasaron dos años desde la presentación de la primera y uno desde la segunda, sin que hasta ahora se les haya brindado una solución. Este bloque tomó contacto con los vecinos y conoció de cerca la angustia que los envuelve al ver pasar el tiempo sin que haya una respuesta positiva por parte de la actual administración municipal”.

En este sentido, agregó que “el municipio tiene la obligación legal de brindar una solución rápida e integral a las problemáticas barriales presentadas, ya sea prestando en forma urgente los servicios que se le solicitan, como llevando a cabo las obras requeridas. Estas concreciones contribuirán a mejorar y optimizar la calidad de vida de todas las personas que viven en ese barrio. El Estado no puede ni debe desentenderse de los reclamos vecinales”.