Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Punta Alta: hubo un exitoso inicio de los corsos 2016

Fue multitudinario el marco de público asistente en la primera noche del domingo. Sergio Soler / ssoler@lanueva.com
Daimar'a aportó belleza y singularidad referida al continente africano.

Con una multitudinaria afluencia de público se desarrolló la primera noche de los corsos 2016, en su edición 99, por el circuito tradicional de calle Irigoyen, entre Brown y Humberto Primo.

El intendente Mariano Uset, junto a la secretaria de Gobierno, Abigail Gómez, y varios funcionarios y ediles, inauguró la fiesta que continuaba anoche, y se cerrará el próximo sábado.

Abrió el desfile La Murga de la Abuela, de la Nueva Bahía Blanca, con su reconocida propuesta de alegría y color.

Los casi 200 saltimbanquis, enfudados en sus trajes blancos con vivos negros y rojos mostraron, en sus tres cuerpos de baile, la propuesta murguera rioplatense. El murgón recitó una alegoría en los palcos y el público disfrutó de las contorsiones, las banderolas y paraguas y el ritmo de bombos y platillos.

A continuación hizo lo propio la comparsa Iberá, cuya propuesta está dedicada a la alegría del carnaval. Desfilaron a lo largo del corsódromo sus 50 integrantes del cuerpo de baile y batucada,-entre ellos un destaque femenino, la desfilante de mayor edad.

En tercer lugar pasaron los siete bailarines de la agrupción de baile caporal Willca Tusuy quienes desplegaron la tradicional danza del diablo, en este caso una cobra, con sus característicos cascabeles y cara de monstruo, rodeado de las bailarinas collas.

La comparsa Kadiz propuso el tema de la Amazonia, con sus especies arbóreas tropicales y animales salvajes, entre ellas jaguares, boas, ranas y caimanes. Todo ello al compás de zurdós, redoblantes y casetas de la mejor batucada de la noche.

Finalmente desfiló la comparsa Daimar'a , que dejó al público con ganas de más espectáculo. El tema abordado, Africa y el origen del carnaval, estuvo representado en los lujosos trajes de sus bahianas, el exhuberante plumaje de sus destaques, las bailarinas leonas y los bailarines bosquimanos, los esbeltos pasistas y los ocelotes y leopardos de la batucada se ganaron el reconocimiento y el aplauso de los miles de asistentes.

Queda para la consideración final contemplar la sincronización de los desfiles de cada grupo y el control de su paso para evitar aglomeraciones por parte de quienes desarrollaron las batallas con espuma.