Marta Llaría, empleada de la Cooperativa de Consumos

Redacción de La Nueva.

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La Cooperativa de Consumos de Punta Alta fue fundada por vecinos, en su mayoría obreros de la Base Naval, el 14 de abril de 1913.

La intención era formar una entidad solidaria con el fin de abaratar los costos de los insumos de primera necesidad.

Marta Llaría, desde muy chica, comenzó a trabajar en las oficinas de la Cooperativa, durante 1956.

"Salió en el diario que la Cooperativa necesitaba empleada. Y me aparecí yo con 13 años. El señor Rodríguez me dijo 'Mirá, cuando crezcas, volvé'. A los pocos meses me llamaron a rendir.

"Yo ya estaba concurriendo a dactilografía. Me tomaron examen y estaba bien. Me tomaron como empleada. Tenía 13, ya para 14 años. Usaba guardapolvo blanco, trabajando en la oficina como ayudante de una oficinista que se desempeñaba ahí.

"En la oficina se hacía toda la liquidación de la Cooperativa. A mí me traían la plantilla de la fiambrería, de la panadería, de la tienda, del almacén, ¡de todo!", comentó.

Las diferentes secciones de la Cooperativa cubrían muchas de las necesidades de sus socios, como lo contó Marta, que además hizo experiencia en casi todas.

"Estaba la tienda, la panadería, la fiambrería, el bazar y la librería. Afuera estaba el aparato que vendía kerosene. Teníamos de todo. Entré en 1956 y de pronto la encargada de la oficina se casó y se fue, y yo quedé sola en ese puesto. Cobraba los recibos de los socios. Los panaderos, cuando terminaban de trabajar, me decían cuántas horas habían cumplido, y les hacía el recibo para que cobren por la caja. También hacía notas para enviar. Por ejemplo, venía Tranquilo (Serenelli) y decía: 'Hay que hacer una nota para mandar'. Si no había alguien en alguna sección (librería o bazar), me llamaban. Hasta en la caja de la Cooperativa estuve trabajando", dijo la entrevistada.