Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Mónica Mansilla: “Lo nuestro fue una desgracia con suerte”

Así lo indicó quien sufrió el incendio total de su vivienda. Actualmente están hospedados en la casa de un familiar, puesto que no han recibido ayuda del municipio. Sofía Aguirre / soaguirre@lanueva.com

El siniestro que ocurrió en la madrugada del lunes en Hipólito Yrigoyen 1244 (Ciudad Atlántida), dejó como saldo a una familia de diez integrantes sin ningún bien.

El grupo familiar a cargo de Hugo Gertje y Mónica Mansilla, quienes actualmente se encuentran desempleados, tiene ocho hijos en edad escolar (de 3 a 16 años) los cuales han perdido absolutamente todo, ya que los materiales educativos se quemaron al igual que la documentación completa de todos ellos.

En diálogo con los damnificados, aseguraron que "estábamos todos reunidos en mi habitación planificando el cumpleaños de 15 de mi hija, cuando vimos que salía humo de la otra pieza. Cuando entré, vi el colchón con fuego e intenté sacarlo pero no me dio tiempo porque rápidamente se fueron incendiando los siete restantes, así que sólo atinamos a salir a la calle con lo que teníamos puesto.

"Las causas del inicio del siniestro se desconocen,ya que las garrafas estaban en la cocina y problemas eléctricos no había, pero hasta el momento no se estableció con claridad", indicó Gertje.

Las pérdidas fueron totales y el dolor de la familia es inmenso, ya que más allá de lo material deberán comenzar todo de nuevo. "La casa estaba en plena construcción, hacía once años que veníamos trabajando en ella y ahora nos toca comenzar nuevamente con todo y desde cero, porque no hemos podido rescatar nada", manifestó el padre de la familia.

"De igual manera debemos destacar la solidaridad de la gente, quien desde un inicio se acercaron a darnos una mano. Nos donaron colchones, ropa y alimentos. Pero fueron solo personas particulares las que nos dieron cosas, porque desde el municipio no se acercó absolutamente nadie".

Por otro lado hizo referencia a la situación actual del grupo familiar. "Ahora estamos acomodándonos en la casa de mi suegra y tratando de contener y tranquilizar a los chicos porque el shock fue muy fuerte", aseguró Gertje, quien agregó que "una de mis hijas menores (4 años de edad) quedó adentro de la casa así que tuve que ingresar nuevamente para sacarla. El humo negro no me dejaba ver nada, entre la desesperación y la poca visibilidad pude encontrarla y retirarla del lugar".

Actualmente los damnificados no cuentan con un empleo, "esto nos juega muy en contra ya que sin un trabajo no podemos hacer nada, y debemos iniciar las obras para poder volver a tener una casa. Es así que cualquier empleo es bienvenido".

Por último dijo que "a pesar de todo lo malo, estamos juntos, apoyándonos".