Macri torea a los docentes con encuestas en la mano

Eugenio Paillet

   El presidente Mauricio Macri redobló hoy su duelo verbal con los gremios docentes, en particular con el ultrakirchnerista SUTEBA que conduce Roberto Baradel, y los acusó de violar las normas y "encima hacer un nuevo paro", metodología que, aseguró, la inmensa mayoría de la sociedad "no quiere más".

   Se refería a la huelga nacional que declararon los dirigentes, aunque con acatamiento dispar según los datos sobre presentismo que se conocieron al mediodía, en repudio a los incidentes con la policía durante el intento de levantar una carpa frente al Congreso el domingo pasado, para lo cual no contaban con la autorización oficial, que finalmente les fue otorgada esta tarde.

   Macri fue todavía más allá y se metió en un tema que de hecho eriza la piel de los dirigentes más duros de la larga protesta docente, como es el de la capacitación. Y dijo con todas las letras que los aumentos salariales de los maestros deberían tener más en cuenta la calificación en la formación de los docentes que la mera antiguedad en el cargo, de modo de generar "otro tipo de incentivos" en la conformación de la masa salarial.

   Un dato incontrastable de la decisión del presidente de endurecer su postura hacia el sindicalismo en general y los gremios docentes en particular, en especial tras el fuerte desgaste que sufrieron durante la batalla contra María Eugenia Vidal en la provincia, fueron los escenarios elegidos hoy para criticar el paro y la violación a las normas, que es a juicio del gobierno lo que hicieron los gremios el domingo al pretender levantar aquella "escuela itinerante".

   Ninguno tenía que ver, no al menos directamente, con la cuestión docente, y sin embargo el presidente los utilizó para enviar sus andanadas. Primero fue en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada, durante una reunión con un grupo de intelectuales que llevan adelante la iniciativa Espacio de Diálogo Argentina 2030 para generar políticas de mediano y largo plazo.

   Y al mediodía aprovechó un acto en el CCK en el cual intercambió ideas y opiniones con jóvenes emprendedores, en el marco de la reciente sanción de la ley respectiva.

   En despachos de la Casa Rosada esgrimen un solo elemento para justificar la decisión del presidente de pararse con dureza frente a Baradel y el resto de los dirigentes: las encuestas.

   Macri bordeó ese dato durante su encuentro en el CCK con emprendedores, cuando dijo que "claramente los argentinos no quieren más ese comportamiento", antes de lo cual mandó un palo hacia la gestión de Cristina Fernández, al recordar que "durante la última década" se mostró con elocuencia que la protesta no fue la solución y por el contrario el sistema educativo "fue cada vez peor".

   En despachos de la Jefatura de Gabinete y del ministerio del Interior manejan al menos media docena de encuestas entre propias y privadas, que obviamente le fueron elevadas una a una a Macri, que en promedio demuestran que más del 65% de los ciudadanos repudian los paros docentes, así como también un porcentaje todavía mayor, de alrededor del 70%, dice que rechaza los piquetes como forma de protesta.

   La frutilla del postre para ese envalentonamiento del presidente, que de manera similar adoptaron en los últimos días la gobernadora Vidal, el intendente Horacio Rodríguez Larreta y el ministro de Educación, Esteban Bullrich, son las propias encuestas internas que se hicieron entre los maestros, paso determinante para que resolvieran no hacer más paros y encarar la lucha salarial y distintas reivindicaciones por otros caminos.

   Una alta fuente gubernamental dijo tras las palabras de Macri que "Baradel esconde esos sondeos", aunque claramente demostrarían que más del cincuenta por ciento de los maestros votó a favor de dejar de lado los paros.

   Dicen con esa misma lógica que el hartazgo de buena parte de ellos se vio en el bajo acatamiento al paro de hoy, que mostró un menor ausentismo en las escuelas públicas, mientras que en el sector privado la actividad se desarrollo con absoluta normalidad.

   En el gobierno, por fin, insisten con un viejo dato, y lo seguirán haciendo a la par de la renovada dureza del presidente en su mensaje, Dicen que Baradel "no puede dar marcha atrás aunque quisiera porque tiene encima la presión de la doctora" para mantener en alto la tarea de desgaste contra el gobierno de Cambiemos que Cristina Fernández inició apenas arrancó su recorrida por los tribunales de Comodoro Py.