Ganancias: Macri al teléfono con gobernadores

Eugenio Paillet

   -Hola, te habla Mauricio, necesito tu apoyo...

   Palabras más o menos, esa fue la frase casi calcada que el presidente Mauricio Macri utilizó en las últimas 72 horas para comunicarse con al menos una decena de gobernadores peronistas, y hasta un independiente.

   Sin reproches por pasadas promesas incumplidas (el sí a la reforma electoral que después se transformó en un "no" en el Senado), el presidente buscó en tono condescendiente que los mandatarios provinciales apoyaran el proyecto oficial de reforma al Impuesto a las Ganancias que no sin algún tumulto hoy se discute en la cámara de Diputados.

   Las fuentes gubernamentales que revelaron el dato dijeron que en las comunicaciones con sus pares del interior el presidente básicamente se refirió a dos temas: el primero, justamente pedirles que analicen todas las iniciativas, cuatro en total, que debaten los diputados, pero que apoyen la de la Casa Rosada porque obviamente a ojos de Macri es la más saludable para el sistema de reparto de fondos provenientes de ese impuesto entre la Nación y las provincias.

   El segundo mensaje fue precisamente avisarles que les enviaría a través de alguna de las cinco redes sociales que usa el presidente para comunicar sus actos de gobierno, un detallado informe elaborado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con el aporte de datos de la AFIP y del ministerio de Hacienda, que intenta mostrar que a los gobernadores "les va a salir más caro" apoyar cualquiera de los otros tres proyectos: el del Frente Renovador /Bloque Justicialistade Sergio Massa y Diego Bossio, el del Frente para la Victoria o el que reúne a todo el espectro de la izquierda parlamentaria (FAP).

   Obviamente, el paper que avisó Macri a sus interlocutores que enviaría busca mostrar que el proyecto de Massa es el peor que podrían apoyar: les costará al bolsillo de los gobernadores exactamente el doble que el que impulsa el Poder Ejecutivo.

   En números redondos, Macri les dijo que como la pérdida en materia de recaudación que surgirá de la nueva ley se reparte en porciones casi iguales entre la Nación y las provincias, con el del FR dejarán de cobrar unos 30 mil millones de pesos.

   En cambio, con el de la Casa Rosada, "apenas" la pérdida será de 16 mil millones. Todo eso sumado a lo que también se recaudará de menos para alimentar los siempre codiciados Aportes del Tesoro Nacional (ATN) o los no me nos apetitosos adelantos por Coparticipación que liquida el Banco Central.

   Por aquello de que "el que se quema con leche ve una vaca y llora", el presidente decidió ponerse a la cabeza de esos pedidos de apoyo. Empezó el sábado apenas volvió del retiro espiritual de Chapadmalal y hasta esta mañana, según reconocen aquellas fuentes gubernamentales, seguían los llamados, pese a que el debate en el Congreso ya estaba lanzado.

   Claro, Macri venía de aquel desencanto por la reforma electoral pese a que hubo fotos y sonrisas en Olivos, y volvió a desilusionarse la sema pasada durante el lanzamiento de un proyecto sobre tecnología al que invitó a todos los gobernadores -con el propósito de pedirles cara a cara el apoyo para Ganancias- pero solo fueron cuatro. El presidente tal vez pensó en otro refrán antes de agarrar el celular: billetera mata galán (o gobernadores, en versión política).

   Hay un dato de entre los que se filtraron de esas llamadas para pedir apoyo que no deja de ser curioso. El presidente no mencionó nunca el proyecto del kirchnerismo que enarbola el bloque que conduce Héctor Recalde, como tampoco hizo alusión a la iniciativa que impulsa la izquierda, que justamente propone lo que el mismo Macri pregonaba a modo de promesa durante la campaña electoral de 2015: que el tributo, considerado un verdadero impuesto al trabajo, sea lisa y llanamente eliminado.