Cambiemos: Malvinas se metió en la interna

Eugenio Paillet

   La cuestión Malvinas y el comunicado firmado la semana pasada entre la canciller Susana Malcorra y el vicecanciller del Reino Unido, Alan Duncan, no solo generó el previsible rechazo de la oposición parlamentaria a ese posible avance, en especial desde el bloque ultra K del Frente para la Victoria.

   También provocó chispazos en la tropa de Cambiemos y abrió un inesperado curso de conflicto en la interna de la coalición de la que ni el propio presidente Mauricio Macri ha quedado ajeno.

   Macri pareció aludirlos directamente esta mañana desde su paso por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. "Hay que bajar las ansiedades", dijo el presidente en dirección a la posición francamente opuesta a aquel entendimiento de la diputada Elisa Carrió, a la que se sumaron algunos diputados radicales que cuestionaron lo que la oposición llamó "un acuerdo", mientras desde el gobierno se sostiene que solo se firmó "un comunicado".

   También se sumó a la polémica interna el Jefe de Gabinete, que acompaña a Macri en el viaje a los Estados Unidos pero siempre tiene un ojo puesto en la agenda local. "Me parece que se trata de un exceso de reacción", dijo Marcos Peña al ser consultado por el paso dado por Lilita con el acuerdo de radicales y opositores, que es abrirle las puertas de la Comisión de Relaciones Exteriores, que presidente la líder de la Coalición Cívica, a una interpelación a Malcorra.

   La polémica quedó abierta tras aquel documento que firmaron Malcorra y Duncan en la Cancillería, en el marco de la visita del británico a Buenos Aires para participar del Foro de Inversiones y Oportunidades que se realizó en el CCK.

   La oposición, como se esperaba y en el caso puntual del diputado cristinista Héctor Recalde, habló de "renuncia y sumisión" del gobierno de Macri en el tema de la disputa por soberanía con el Reino Unido. Carrió, demasiado rápido para el paladar de Macri y Peña, y de otros integrantes del gabinete, habilitó la comisión que encabeza para que se convoque a Malcorra.

   Ello, que es lo que más molesta en algunos despachos, pese a que la primera plana del gobierno se encargó de pregonar que no se firmó ningún acuerdo ni compromiso sino solo un comunicado. En ese texto, entre otros puntos, se propicia la reanudación de vuelos directos entre Buenos Aires y Puerto Argentino.

   "Abrirle la puerta de la comisión (de Relaciones Exteriores de Diputados) a Malcorra es mandarla a la jaula de los leones", dijo esta mañana en reserva una alta fuente de la Jefatura de Gabinete, atenta a lo que ocurría en Manhattan. Fue luego que su jefe dijera ante los enviados especiales argentinos que "no hay ningún acuerdo entre la Argentina y el Reino Unido".

   Macri se metió en el tema en la mañana neoyorkina, antes de dirigirse hacia el edificio de la Asamblea General para pronunciar su mensaje, donde volvió a llamar a "una solución amigable" de la disputa con el Reino Unido por Malvinas.

   En declaraciones desde su hotel a una radio rosarina, el presidente no ocultó la distancia que lo separa de sus socios radicales y de la propia Carrió en la cuestión. "Hay que bajar las ansiedades de algunos", lanzó, y completó: "Queremos dialogar acerca de todos los temas que incluyen la soberanía, pero es una agenda más amplia. Queremos tener relaciones amigables con todos los países del mundo y generar puentes de diálogo. Sin diálogo no vamos a poder resolver el tema de la soberanía ni mucho menos".

   El presidente dijo que su gobierno quiere "establecer puentes con quienes habitan en las islas y empezar a construir una relación par que el día que se dé esa posibilidad tengamos un vínculo, que hoy no tenemos".