Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los objetivos de Macri en la reunión del G-20

   Lucha frontal e internacional contra el terrorismo, decisiones concretas y no retóricas para combatir la pobreza en el mundo, y un efectivo compromiso de los gobernantes para enfrentar las consecuencias del cambio climático.

   Son los tres ejes centrales que Mauricio Macri se lleva esta noche en sus carpetas para desplegar entre el viernes y el lunes ante los líderes mundiales del Grupo de los Veinte que se reunirán entre el viernes y el lunes en Hangzhou, República Popular China.

   El presidente lleva además un objetivo que el gobierno al menos hasta hoy por la mañana reconocía en privado pero declinaba confirmarlo públicamente: una reunión bilateral con la primer ministro del Reino Unido, Theresa May, en lo que sería un primer paso de un diálogo "distinto" entre ambos gobiernos por el tema Malvinas, sin siquiera rozar en esta primera oportunidad la cuestión de soberanía.

   Un plan para avanzar en múltiples oportunidades de negocios entre la isla y el continente, que podría incluir a corto plazo la reapertura de los vuelos entre Buenos Aires y Puerto Argentino que ya había trazado como objetivo a alcanzar la canciller Susana Malcorra y que fue aprobado por el propio Macri.

   Curiosamente, la probable cita de Macri con May no figuraba hasta esta tarde en el programa oficial de actividades del presidente en China, y antes en el emirato de Qatar, aunque voceros gubernamentales revelaron que "todavía se trabaja" a nivel de las diplomacias de ambos países para concretarlo, por lo que todavía no puede haber un anuncio oficial.

   Macri, en cambio, ya confirmó durante la cumbre del G-20 reuniones bilaterales con el presidente chino, Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin, el primer ministro español Mariano Rajoy y el primer ministro de la República de la India, Narendra Modi. También la diplomacia cerraba por estas horas una posible entrevista con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.

   Las audiencias con los mandatarios de China y Rusia no son casuales: Macri desea reafirmar la alianza que el país construyó con ambas potencias durante el gobierno anterior, aunque el gobierno de Cambiemos ya avisó oportunamente que todos los negocios bilaterales, como la polémica base espacial china en el sur, estarán sometidos a "controles rigurosos" para aventar cualquier sospecha como las que pesan sobre acuerdos firmados en aquel entonces por Julio De Vido y Cristina Fernández de Kirchner.

   Macri no quiso evitar esta mañana en Tecnópolis durante el lanzamiento del Plan Argentina sin Narcotráfico un señalamiento puntual a su antecesora en el cargo, a quien se cuido de nombrar, sobre la nueva manera de relacionarse de la Argentina con el mundo desarrollado, que planea comenzar a desplegar apenas pise los salones del Centro Internacional de Exposiciones de Hangzhou.

   "No vamos a ir más a esas reuniones a decirles lo que tienen que hacer ellos, sino a decirles que queremos trabajar junto a ellos y que abrimos nuestros brazos para que ellos vengan a trabajar con nosotros en este maravilloso país", lanzó al corazón de aquellas estrambóticas filípicas que CFK les dedicaba a los pacientes líderes del G-20.

   El presidente llegará mañana a Qatar en busca de nuevos negocios para la Argentina desde ese riquísimo país petrolero, y en reciprocidad a la visita que días atrás realizó a la Argentina el emir Sheik Tamin bin Hamad.

   Serán apenas una horas de estadía en Doha, antes de seguir viaje a China, pero que el presidente espera que sirva para traerse algunos anuncios de inversiones que quedaron en pie tras aquel paso del emir por Buenos Aires el 29 de julio pasado.

   Macri y su esposa, Juliana Awada, deberán participar del intenso protocolo de besamanos, fotos oficiales, cócteles y comidas que el gobierno anfitrión ha preparado para los líderes del mundo que llegan a Hangzhou tanto en el Centro Internacional como en el hotel Xizi, donde se alojarán las delegaciones.

   El presidente por su parte tiene hora y fecha para pronunciar su discurso ante la asamblea de presidentes y jefes de gobierno del G-20. Será en la cuarta sesión plenaria y almuerzo de trabajo del lunes en el panel "Desarrollo inclusivo e interconectado", el lunes a las 2.55 de la madrugada (hora argentina), casi las 2 de la tarde en Hangzhou.

   La frutilla del postre de un viaje que busca cambiar la forma de relacionarse con el mundo y que alimenta Macri, sería traerse el anuncio de que Buenos Aires será la próxima sede de la cumbre del G-20, en 2017.