Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Consecuencias del paro

La CGT oficial encabezada por el metalúrgico Antonio Caló se apresta a pedir una audiencia "urgente" con la presidenta Cristina Fernández con el objeto de apurar una definición oficial sobre el reclamo central del contundente paro general de ayer: la modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

La central obrera más afín a la Casa Rosada aportó algunas de las columnas del paro de ayer, luego que Caló diese “libertad de acción” a los gremios que le responden para que se sumasen a la protesta, algo que ocurrió con sectores de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que él mismo comanda como secretario general.

De hecho, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), cuya adhesión generó que ayer se viviera una jornada de altísimo ausentismo laboral superior al 80 por ciento en casi todas las ramas de la actividad, pertenece de manera orgánica a la CGT Balcarce.

El reclamo que, probablemente tras el feriado largo de Semana Santa, la CGT oficial le llevará al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no irá solo: más allá de la urgencia por sentarse cara a cara con Cristina, los dirigentes pondrán sobre la mesa su propio proyecto de ley de reforma de aquel tributo, que además contaría con el visto bueno de una buena parte del sector más cercano a los gremios dentro del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados.

Este diario pudo saber que Caló sufrió algunos reproches de parte del Gobierno, tal vez hasta de la propia presidenta, por haber tomado la decisión de liberar a sus afiliados de decidir si aceptaban o no adherirse a la huelga convocada por Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Roberto Fernández y Pablo Michelli, entre sus principales actores.

Sin embargo, el metalúrgico igual decidió avanzar con aquel pedido de audiencia luego de una reunión con otros dirigentes de la central obrera oficialista que se realizó en medio de la contundente medida de fuerza de ayer.

Del mismo modo hubo llamados con tono de amonestación para el titular del gremio de la construcción, el ultraoficialista Gerardo "Cuchara" Martínez, quien dijo que sus afiliados no adherían a la huelga pero que estaba en total acuerdo con el reclamo por Ganancias y otras reivindicaciones del sindicalismo opositor.

“Ella de una vez por todas tiene que escuchar”, se dijo en esa reunión encabezada por Caló, en consonancia con la advertencia del sindicalismo opositor -expuesta en la reunión de la CGT Azopardo donde se realizó un balance del paro- de insistir con otra huelga, esta vez por 36 horas, a mediados de este mes, si el Gobierno persiste en su negativa a modificar Ganancias.

Las quejas de la central obrera cercana al gobierno provienen de datos puntuales que van de la mano con la pertinaz negativa de la presidenta a conceder ese reclamo.

En sus contactos diarios o semanales con funcionarios del gabinete, como Aníbal F. y Carlos Tomada, Caló y otros dirigentes escucharon repetidas veces que hay comprensión oficial en ese nivel de gestión del reclamo sindical, pero que chocan “contra una pared doble” cuando intentan hablar del tema, en clara referencia a la presidenta y al ministro de Economía, Axel Kicillof.

Un presentimiento central dominaba ayer a varios funcionarios en medio de la contundencia del paro, del aporte que hicieron los gremios oficialistas, y de la pertinaz negativa de Kicillof a ceder al reclamo, y por el contrario doblar la apuesta como cuando dice que Ganancias “está bien así como está”.

Tiene que ver con los aprestos de unidad de todas las centrales obreras que comenzó a germinar hace algunas semanas y que la demostración de ayer en todo el país parece decidida a potenciar.