Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La radiografía educativa de la Argentina, después del TERCE

Escribe Laura Hojman

La Argentina se destaca por el dominio discursivo, textual y de signos de la escritura, como así también en operaciones matemáticas, y se mantiene en el promedio en la región en lectura y ciencias naturales, aunque no alcanzó altos niveles de complejidad, entre alumnos de tercer y sexto grado primario de 15 países, según el estudio TERCE de UNESCO.

En el desigual sistema educativo argentino, las escuelas privadas ganaron unos puntos por encima de las públicas, especialmente en lectura de tercer grado, situación que según las conclusiones de la organización de Naciones Unidas está vinculada al nivel socioeconómico y cultural de las familias.

Tal vez el despegue de las escuelas privadas argentinas en cuánto en el desempeño de sus estudiantes tenga que ver también con las expectativas de una clase social no pudiente económicamente que produjo ese corrimiento desde la educación pública, en razón de la discontinuidad en el dictado de clases por ausentismo docente y huelgas.

El Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo de UNESCO, tras la primera entrega de resultados en diciembre, y su comparativo con el SERCE -segundo estudio- realizado en 2009, por primera vez midió los "factores asociados" al aprendizaje de los niños.

El trabajo en si mucho no aportó en este sentido, no lo fundamentó ni lo explicó detenidamente, no dio los por qué, señaló la ex secretaria de Educación de la Ciudad y pedagoga Roxana Perazza a DyN.

Ello dijo al referirse a conclusiones tales como que el uso de computadoras mejoró el rendimiento en algunas asignaturas respecto a otras, o la frecuencia del uso de tecnologías incidió o no en el desempeño o que la violencia en algunos casos no incide en el aprendizaje del alumno.

Lo cierto es que la lectura "fina" de los resultados ubicó a Argentina en las pruebas, masivamente en los dos primeros niveles de desempeño -los de inferior valoración- aunque se logró alcanzar la excelencia del cuarto nivel en escritura.

En tanto, entre los factores asociados, los docentes argentinos demostraron tener una alta asistencia a cursos de perfeccionamiento y un buen involucramiento de padres en el aprendizaje de sus hijos.

Para el ministro de Educación nacional, Alberto Sileoni, la radiografía que sacó el TERCE en 15 países para Argentina demostró que tiene un sistema "más homogéneo e inclusivo", con "plena cobertura en la primera infancia", y "desempeño académico por sobre y encima de la media" regional.

Aunque al hablar de los consabidos "niveles" advirtió que "no hay que dormirse y es necesario seguir trabajando para un aprendizaje de calidad que cambie la escala".

"No me interesan los rankings", aseguró Sileoni cuando DyN lo consulto sobre Chile, Uruguay y México que encabezaron el mejor puntaje, al ubicarse sus alumnos en los niveles III y IV, los de mayor complejidad.

Sileoni destacó la "solidez" del sistema argentino por las conclusiones de los siete factores, entre ellos que "los alumnos tienen cuadernos propios, libros", destacó respecto a la desigual América Latina.

Otra lectura diametralmente opuesta fue la del ex ministro de Educación Juan José Llach, quien aseguró que el TERCE "no trajo buenas noticias para Argentina, principalmente por la alta proporción de alumnos que se encuentran en niveles de desempeño 1 y 2, los más bajos, sobre 4".

Volviendo a los factores relacionados con el aprendizaje en Argentina, al menos para el TERCE, la repetición de grado y la pertenencia de género son también decisivos en el rendimiento.

Tal vez a las niñas que sobresalieron en escritura, se las estimule y prepare más en las humanísticas y sociales y a los varones que se destacaron en matemáticas, en las "ciencias duras", mientras que la repetición -que hoy divide a mentores y detractores-, demostró sólo producir resultados inferiores en el aprendizaje de los alumnos.