Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Un área que exige definiciones

Una llamativa inquietud de la Municipalidad puso en el ojo de la tormenta por unos días al denominado (por los vecinos del sector) “Parque Noroeste”, área por demás importante de la ciudad que fuera propiedad del Ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste, hoy con la titularidad del Estado nacional.

El sector está delimitado por calles Rondeau y Juan Molina, entre Chile y Malvinas, y por décadas sufrió un completo estado de abandono, desidia, vandalismo, olvido, postergación e incertidumbre. Hasta que hace pocos años las tierras fueron cedidas en comodato a la comuna, en una figura legal no demasiado precisa en cuanto a sus alcances.

Lo cierto es que a partir de entonces se concretaron algunas intervenciones significativas, por caso la demolición de los paredones existentes sobre calle Malvinas, abriendo a la vista de todos el sector, se demolieron algunas construcciones en ruinas, se limpió el terreno y se dio continuidad a la calle -Blandengues-, mejorando la conectividad vial.

Sin embargo, algo ha faltado desde entonces. Nadie ha definido cuál será el destino de esas tierras. La Municipalidad ha insinuado en anteriores gestiones la posibilidad de establecer un uso mixto: de recreación, gastronómico, y hasta se mencionó la posibilidad de erigir de una ciudad judicial, que permitiera reunir las muchas dependencias desperdigadas por la ciudad.

Mientras tanto, los vecinos fueron tomando sus propias decisiones. Para ellos el destino adecuado es el de servir como parque o espacio público.

Para fortalecer esa idea, comenzaron a colocar plantas, árboles, a solicitar bancos y juegos, a generar sitios de encuentro. Día a día se fueron “apropiando del lugar”, sin que nadie le cuestione esa actitud.

Por eso en las últimas horas salieron con extrema firmeza a defender el lugar, ante el anuncio comunal de destinar parte del terreno para instalar una compactadora de vehículos y materializar un deposito de autos viejos. La protesta derivó en la suspensión de la medida.

Lo cierto es que quizá sea momento de que la comuna tome una postura clara y definida sobre el sitio.

Que es de la ciudad y que, como tal, debiera ir teniendo un proyecto de uso y destino, de manera que los mismos se consoliden y respondan a los intereses de todos los bahienses.