Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Un tránsito que busca mejorar

No ha sido fácil para las últimas administraciones municipales establecer normativas orientadas a mejorar el tránsito vehicular, en una ciudad que ha duplicado su parque automotor en la última década y cuyas calles han demostrado ser insuficientes para semejante presencia.

La eficacia de varias decisiones no siempre ha sido la deseada. En algunos casos por no haberse realizado las evaluaciones necesarias, otras por falta de compromiso de los conductores, algunas por carecer de sentido común.

Un ejemplo es la creación de carriles ágiles, un planteo teórico adecuado -liberar la calle para mejorar el tránsito- que no tiene respuesta por parte de los bahienses, que siguen ocupando, sin ningún tipo de respeto, los espacios donde está prohibido estacionar.

Limitar la cantidad de boxes de estacionamiento en el centro y macrocentro ha derivado en el colapso de decenas de calles, desbordadas de autos que se mantienen por horas y horas estacionados. No se ha establecido la rotación esperada y las infracciones por estacionar en lugares indebido sigue siendo la falta más recurrente.

Las ciclovías -discutidas antes de implementarlas, realizada una audiencia pública, terminado el estudio de las universidades- han quedado por ahora quietas, hasta volver a requerir la opinión de usuarios, comerciantes, conductores y otros actores.

Ni hablar de la semaforización. Así como la comuna ha insistido en que agilizar el tránsito disminuye la cantidad de accidentes, es incomprensible que no se corrija la semaforización: un verdadero despropósito, un esquema que genera más accidentes de los que evita.

En resumen: el tránsito sigue siendo un caos, los tiempos de circulación son cada vez más extensos, las dificultades de marcha se multiplican y no se cuenta con un plan integral que considere todas las variables que involucra la materia.

Por eso es interesante apuntar cuando una intervención resulta favorable. Es el caso de los carriles de uso exclusivo para el transporte de pasajeros. Los conductores lo respetan de manera natural y las empresas han reconocido una sustancial mejora en los tiempos para atravesar el centro, lo cual mejora sus frecuencias.

Puede parecer poco, pero es un signo favorable, y quizá un primer paso hacia mejoras más sustanciales.