Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Vivir en pisos de material

Por estas horas, trabajadores sociales de nuestra ciudad están desarrollando un programa que apunta a que, durante este invierno, “ningún chico de Villa Caracol tenga que dormir en piso de tierra”.

La noticia fue dada a conocer por este diario, dando cuenta de los primeros trabajos que permitieron construir contrapisos de hormigón en tres viviendas precarias de esa barriada ubicada entre las vías del ferrrocarril, la ruta 3, Belisario Roldán y Blandengues, donde se mezclan casas de material con otras de chapa y cartón.

En estas últimas es donde faltaba algo que a esta altura puede parecer elemental: un suelo de material.

Los encargados de llevar adelante la propuesta explican la importancia de que ningún niño pase el invierno sobre un piso de tierra, de modo de evitar enfermedades como la neumonía, la pulmonía y otras no menos severas.

La propuesta se basa en un préstamo que entrega el municipio -5.000 pesos- a los trabajdores que forman parte del programa de recicladores (cartoneros) que dependen de la comuna, a quienes se les descontará un pago mensual de sus sueldos. La mano de obra, por otro lado, es aportada por los propios vecinos.

También se está gestionando la posibilidad de que distintos corralones acepten hacer descuentos en el valor de los materiales, de manera de que el costo total de la obra alcance valores adecuados a los recursos de estas familias.

Otra necesidad que se pretende atender se relaciona con la posibilidad de realizar tabiques divisores en estas viviendas, de modo de separar a los adultos de los niños, buscando una condición de privacidad necesaria para una adecuada formación y convivencia.

Queda mucho por hacer en estos barrios carenciados. La mayoría de las familias están conectadas de manera ilegal con los servicios, lo cual hace, por un lado, que no paguen su consumo y, por otro, también vivan en una clara situación de irregularidad y riesgo, afectando además a otros barrios, ya que esas conexiones afectan el funcionamiento adecuado del servicio.

Por ahora se trata de contrapisos. Es un paso inicial, modesto pero muy beneficioso. No deja de ser importante que no sea caridad sino ayuda la que se brinda, que los vecinos aporten trabajo y paguen la obra a partir de programas adecuados a sus posibilidades.