Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Un Mundial extra large y más rentable

   Pese a las inmediatas críticas lanzadas desde las poderosas ligas europeas y de algunos aspectos aún no definidos luego del anuncio oficial, la FIFA decidió esta semana extender de 32 a 48 el número de participantes a partir del Mundial 2026. Argumentando su defensa en un fútbol más global, se sabe que las apetencias económicas del organismo siempre van detrás del negocio.

   De hecho, el aumento de la cantidad de equipos redundará en una mayor recaudación en conceptos de derechos televisivos y marketing. La balanza entre nuevos ingresos y el incremento relativo de los costos implica una ganancia proyectada extra de 640 millones de dólares en comparación con Rusia 2018. En total, el futuro formato le depararía a la entidad con sede en Zurich un beneficio total de 4.180 millones de dólares contra los 3.540 millones estimados para la cita ecumémica del próximo año.

   En el plano deportivo, con la ampliación de las plazas clasificatorias crecerán las chances de los equipos de Medio Oriente o China, que suelen colocar muchísimo dinero en el fichaje de jugadores y por lo general no registran presencias en las Copas del Mundo. Otras selecciones más débiles –como Islandia, en la reciente Eurocopa– también podrán esperanzarse con intervenir alguna vez en la máxima competición.

   El sistema de disputa será con 16 grupos de tres seleccionados cada uno. Los dos mejores pasarán a la instancia eliminatoria, que arrancará desde 16avos de final. Está en estudio la posibilidad de suprimir los empates en la ronda inicial y, en el caso de que los hubiera, los partidos se resolverían por tiros desde el punto penal.

   El cambio representa, además, una abundancia de fútbol en los primeros 15 días: 60 encuentros, a razón de cuatro por día. En total se jugarán 80 cotejos, aunque sin modificar el calendario de 32 días. El campeón jugará 7 partidos, como sucede en la actual estructura.

   La distribución de los cupos por continente es otro tema a debatir internamente. Si se cumple la promesa de Gianni Infantino, África (se iría de 5 a 9,5) y Asia (de 4,5 a 8,5) tendrían más lugares. La postura no es caprichosa. El presidente de la FIFA premiaría a ambas Confederaciones en gratitud a los votos recibidos en la última contienda electoral que le permitieron convertirse en el sucesor de Joseph Blatter tras los sonados escándalos de corrupción.

   Entre reclamos y descontentos, Europa pasaría de 13 a 16 plazas; Sudamérica, de 4,5 a 6,5 con la opción de ubicar al 70% de sus equipos en la Copa del Mundo; la Concacaf tendría 6,5 en vez de 3,5 y Oceanía se aseguraría la restante sin necesidad de jugar más Repechajes. La puja por el reparto, igualmente, apenas comienza.

   Recién en mayo de 2020, después de una exhaustiva elección, se determinará dónde se desarrollará el certamen. La idea original es que varios países lo organicen simultáneamente. Por ahora, en esa carrera, hoy distante en el tiempo, las sedes que buscan albergarlo son México, Estados Unidos y Canadá. Como dato adicional, la nueva modalidad bien podría abrir las puertas para las aspiraciones de Argentina y Uruguay de contener conjuntamente el Mundial de 2030.

   En su análisis, la FIFA concluyó que un mayor interés deportivo y la lluvia de dólares que multiplicarán los dividendos representan motivos suficientes para prever que el mercado del fútbol será todavía más grande en 2026.