Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Davis: que la quinta sea la vencida

Argentina enfrentará a Croacia.
Foto: Archivo La Nueva.

Ocho años después de aquella derrota en Mar del Plata frente a España, que frustró la ilusión de ganar por primera vez la anhelada Copa Davis, el tenis nacional tendrá en 59 días más la quinta oportunidad de alzarse con el preciado trofeo que también se negó en las ediciones de 1981, 2006 y 2011.

La ocasión, ahora, se vislumbra nuevamente como factible. No porque Croacia, que será local, represente una fuerza sin tanto peso histórico, ni mucho menos. Es que el equipo albiceleste, liderado por Juan Martín Del Potro, ha dado probadas muestras de haberse ganado el merecido respeto de cara al choque decisivo a desarrollarse entre el 25 y el 27 de noviembre próximos.

Al resurgimiento del tandilense, de notable repunte a partir de la medalla plateada conseguida en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, se agregan otros jugadores capaces de superar adversidades y sumar puntos vitales al momento de inclinar el resultado de la serie.

Entre ellos, el bahiense Guido Pella. El zurdo cobró preponderancia en el dobles junto a Del Potro durante el match contra Italia y, recientemente, ante Gran Bretaña cuando venció en el segundo turno de singles a Kyle Edmund.

La dotación se completa con Federico Delbonis, clave en la definición con los italianos, en Pésaro, y con el “Yacaré” Leonardo Mayer, que en la Copa Davis atesora una racha imbatida de 11 partidos.

Hasta aquí, y más allá de las críticas recibidas por su estrategia de ubicar a Del Potro junto Mayer frente a los hermanos Andy y Jamie Murray, la semana pasada en Glasgow, todas convocatorias del capitán Daniel Orsanic han sido adecuadas y correctas.

Sobre esos argumentos, sólidos y convincentes, basa Argentina sus chances de romper el maleficio y quedarse con la prestigiosa y esquiva competición internacional.

Del otro lado del mapa, Croacia estudia situaciones y analiza los pasos a dar. Con la certeza de Marin Cilic como su as de espadas y la incertidumbre que genera la lesión de su segundo singlista Bora Coric, a quien deberán operar en breve de su rodilla derecha con el riesgo de perderse el crucial enfrentamiento.

Entre otras dudas, incluso para decidir en qué superficie jugará, tampoco sabe si Ivo Karlovic, el gigante de 2,11 metros enemistado con la Federación de su país desde 2012, aceptará la invitación para integrar casi de urgencia el plantel de los europeos.

Quedan dos meses; bastante tiempo aún. Es de esperar que ninguno de nuestros principales tenistas baje su rendimiento individual. Es sabido que los niveles se rigen mayormente por la actualidad y que cualquier inconveniente a futuro podría sacarlos de punto. Que no suceda.

De ese modo, la esperanza se mantendría intacta y, por qué no, abriría las puertas para que la caprichosa Ensaladera de Plata pudiese instalarse de una buena vez en la Argentina. Seguro le brindaríamos una bienvenida con la mejor sonrisa.