Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

El fiscal Nisman al desnudo

Era seguro. ¿Cuánto tiempo podía transcurrir antes de que salieran a la luz toda clase de fotografías del fallecido fiscal Alberto Nisman?

Era solamente cuestión de paciencia. Porque suelen ser tantas las grietas que se generan en la Justicia argentina, que muchos de sus documentos terminan en sitios impensados, y la filtración de información que los especialistas consideran secreta y confidencial encuentra rápidamente numerosos canales de difusión.

Las fotos ya no están en rollos o en copias codificadas. En estos tiempos se guardan en celulares, digitalizadas, enviadas por distintos medios en las redes, en manos de inescrupulosos, de personas a las que no les interesa en absoluto que su difusión pueda perjudicar el trabajo de los investigadores, por no hablar de la intimidad de parientes y amigos.

Primero fueron fotos de Nisman con mujeres. Imágenes captadas del celular del profesional que lo muestran en situaciones que en otro contexto pueden sugerir una vida distendida, pero que en torno a quien investigaba desde hace diez años el atentado a la AMIA y se preparaba para denunciar a la presidenta de la Nación por encubrimiento, adquieren ribetes que pueden resultar escandalosos.

Pocas horas después comenzaron a circular fotos más impactantes, tomadas en el departamento de Puerto Madero, en la escena del hecho, plagado de personas.

Un sitio que debía, de acuerdo a los principios propios de estas situaciones, prescindir de toda presencia ajena que pudiese contaminar el lugar, donde un pelo, una huella, una pisada, un fibra pueden resultar definitorios para armar tan complejo rompecabezas.

Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, se hace un vergonzoso festín con todo esto, al calificar de sinvergüenza al fiscal, mencionar su vida “licenciosa” y decir que resulta “una animalada” que se utilicen fotos del muerto en el baño, con su cabeza en un enorme charco de sangre.

“estas imágenes pueden herir la sensibilidad de la gente”, señalan los medios que publican algunas de esas fotos.

En realidad, en este caso, su tratamiento integral, sus contradicciones, los análisis tendenciosos y la certeza de que no se va a llegar nunca a conocer la verdad de lo ocurrido son lo único que realmente puede dañar, lastimar, espantar y avergonzar a miles de argentinos que ya no pueden creer en la Justicia.