Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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San Jorge y el dragón

Escribe Mario Minervino

Hace 82 años, en el mes de octubre de 1932, se colocó en el exterior de la nueva usina eléctrica, ubicada en Ingeniero White una estatua de San Jorge y el dragón, obra del artista italianoTroiano Troiani.

Cinco años antes (1927), la Italo Argentina de Electricidad, que formó aquí la Companía Empresas Eléctricas de Bahía Blanca, había obtenido la concesión del servicio de energía.

Entre las exigencias hechas a la empresa, se incluyó la de construir una usina en reemplazo de la existente en Loma Paraguaya, insuficiente para atender la demanda local.

En 1928 se presentó el proyecto del edificio, a emplazar en terrenos ganados al mar, a pocos metros a los elevadores de chapa.

Sus lineamientos arquitectónicos eran completamente novedosos, siguiendo líneas medievales y adoptando la forma de un castillo que, con sus almenas y piedras, generaba una imagen de fortaleza y poderío.

El toque artístico particular fue la colocación, sobre una de sus fachadas, de una obra escultórica que mostraba a San Jorge y el dragón.

Su autor, el italiano Troiano Troiani, era por entonces un destacado escultor; autor, entre innumerables obras, de las esculturas de la Bolsa de Comercio, del Banco Tornquist y del cine Grand Splendid, en la Capital Federal, y también los bustos de Dante (en el rosedal de Palermo), Martín de Güemes y Paul Groussac, entre otros.

La estatua se ubica entre decenas de columnas neoclásicas que le dan un toque distintivo al inmueble.

Declarado patrimonio histórico provincial, el bautizado “castillo” de Ingeniero White se encuentra penosamente abandonado desde hace décadas, aguardando ser recuperado en su totalidad para darle un uso adecuado a tan histórico y valioso lugar.