Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cuestiones que no tienen defensa

No son buenos tiempos los que atraviesa la Argentina. A la preocupante situación económica –que se evidencia en la inflación, la recesión y la desocupación- se suman aires políticos que cada día parecen contaminarse más, a partir de una pulseada que se practica de cara a las elecciones presidenciales del año próximo.

A falta de plataformas serias, abarcativas y confiables, los potenciales candidatos a pelear por el sillón de Rivadavia ensayan verdaderos malabares para dar a conocer sus ideas, insinuar qué harían para modificar situaciones hoy preocupantes y anticipar cómo ordenarían un país que no deja de navegar en una mar de inestabilidad.

Un modelo de la poca monta que tienen ciertos debates quedó graficado en las últimas semanas, con los centímetros dedicados a los dichos de Alex Freyre, un nombre que, cuando este editorial se lea dentro de ¿diez años?, habrá que buscar en Internet para saber quién fue. El hombre armó un escandalete (palabra no registrada en el diccionario) al asegurar que, “si gana Massa”, los enfermos de sida “se van a morir”.

La referencia de este hombre, que saltó a la popularidad vernácula por ser el primer hombre en contraer matrimonio con otro hombre –hecho registrado en Ushuaia, en 2009-, que preside el Archivo de la Memoria de la Diversidad Sexual y que es empleado del Congreso de la Nación por obra y gracia del vicepresidente Amado Boudou, pretendió servir a los intereses del gobierno generando la hipótesis de que, de verificarse aquel triunfo electoral, no habrá medicamentos para los afectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el cual genera enfermos que, en su etapa más avanzada, sufren del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

Tan desacertadas, imprecisas y perversas fueron estas afirmaciones, que desde el propio estrato oficial se salió a desmentirlas. El propio senador nacional Aníbal Fernández mencionó que Freyre estaba diciendo “cualquier batata”. La Fundación Huésped, por su parte, aseguró que la provisión de tratamientos para personas con VIH es parte de una política de más de 20 años, que garantiza el acceso gratuito a la medicación a través de una ley que nadie modificará.

Fuera de esta referencia puntual, es de esperar que todo debate, discusión y entuerto venideros sean serios, de contenido real y esclarecedores. Muchos siglos han pasado ya de los tiempos en que los emperadores romanos aplicaran la consigna panem et circenses (pan y circo) como una manera efectiva de mantener al pueblo distraído de la política y de sus verdaderas necesidades.