Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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No se graduó, pero aprobó el último test ante la Academia

Con una sólida actuación colectiva, Olimpo empató 1-1 ante Racing en su prueba final en Buenos Aires. Los goles fueron de Pavone y Jacobo Mansilla. Juan Manuel Cobo, la figura. Gerardo Ariel Lorenzo / Enviado especial
Uno de los duelos de la tarde lo protagonizaron Diego Milito y Néstor Moiraghi. Olimpo volvió satisfecho.

Empezar un gol abajo casi desde el arranque y ante el vigente campeón del fútbol argentino, es un golpe del que no muchos se pueden levantar. Ni siquiera el mismo Olimpo en otro momento hubiera reaccionado como lo hizo ayer.

Luego de un prematuro tanto de Mariano Pavone, el aurinegro se fortaleció en todas sus líneas, niveló por intermedio de Jacobo Mansilla y volvió a Bahía con una sensación de confianza, al empatar 1-1 ante Racing, en el Mapuche Country Club de Pilar.

Aunque presentó tres bajas de peso como Saja, Cabral y Videla, Racing es uno de los planteles de mayor jerarquía de nuestro fútbol. Y Olimpo se le plantó de igual a igual desde el vamos.

Una distracción o un espacio mal ocupado es fatal ante esta clase de equipos. Y los dirigidos por Osella lo sufrieron en el arranque cuando, a los 3 minutos, Gustavo Bou se filtró por la zona de Quiroga y asistió a Mariano Pavone (ayer tuvo sus primeros minutos de fútbol) para el toque al gol.

Doble desafío para Olimpo. Primero, levantarse del 0-1; y segundo, definir la estrategia para meterse en partido nuevamente.

Juan Cobo, que ayer hizo de todo y fue la figura del equipo, empezó a manejar la pelota en el medio. Con tenencia y mucha paciencia, dos conceptos marcados a fuego por el DT en el Hindú Club, el cuadro de Bahía empezó a dominar a Racing Club.

Y el empate llegó relativamente rápido. Otra vez Cobo, filtró un pase llovido a la derecha para que Jacabo Mansilla le coma la espalda a Pillud y defina con potencia al primer palo de Nelson Ibáñez.

Lo valioso es que el gol llegó como consecuencia de una idea y no por un pasaje de inspiración o un quedo del rival. Los primeros 30 minutos fueron de alto vuelo, sin dudas. Y el roce ante semejante rival sirve muchísimo.

Con el ingreso de Milito, la Academia cambió de planes: tres en el fondo y el ídolo de Bernal de enganche (para ensayar la nueva idea que está implementando Diego Cocca.

Si bien Olimpo retrocedió sus líneas, Joel Acosta casi lo da vuelta al aprovechar un rebote de Ibáñez tras un tiro de Amoroso (otra asistencia de primera de Cobo).

Con el dominio territorial, Racing fue el que propuso un poco más en el sprint final. Pero salvo un cabezazo de Lollo desviado, Champagne no tuvo mucho trabajo.

“Dirigir a los de celeste sería mucho más sencillo”, le dijo Osella a un dirigente académico en pleno juego. Y es así. Por eso, aunque no se haya graduado, Olimpo aprobó el último test.