Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Por la otra banda

Escribe Juan Luis Gallardo

¿Dotor dice?... Coronel

de la otra banda, amigazo.

Yo conocí a ese criollazo

porque he servido con él.

Así reza una de las estrofas del Fausto, de Estanislao Del Campo, haciendo referencia a un militar uruguayo vinculado con el paisano Laguna. Militar que merece el elogio de ser considerado un “criollazo” por el redactor del célebre poema.

Y traigo la referencia a cuento pues quiero dedicar esta nota a nuestros vecinos orientales, en cuya patria vengo de pasar una agradable temporadita con mi mujer.

La primera reflexión que me suscita el caso es preguntarme por qué el Uruguay se llama “República Oriental” y es conocido como “La Banda Oriental”. Pues, la verdad sea dicha, no ocupa la costa Este del Río de la Plata sino la costa Norte. Después de considerar el enigma, llegué a la conclusión de que tales denominaciones han de estar vinculadas con el Río Uruguay y no con el de la Plata. De lo contrario la cosa no tiene sentido.

Y, superado el problema denominativo, debo dejar constancia de la enorme simpatía que me suscitan el Uruguay y los uruguayos. País apacible, poblado por gente cordial y sin apuro, que me recuerda a la Argentina de otras épocas que, lamentablemente, han quedado atrás.

Y no se crea que la apacibilidad de los uruguayos esté vinculada con pacifismo. Ya que su historia fue escrita por hombres bravos, diestros en el empleo del sable y la lanza. “Tierra Purpúrea” tituló Hudson su famoso libro referido a dicho suelo, ensangrentado y rojizo a la vez. Algo de eso sugieren asimismo las estrofas de Rodríguez Castillo cuando expresan:

Con Venancio Benavídez

y Perico El Bailarín

saldremos a chuza y bola

a gatas suene el clarín.

Los uruguayos cuidan celosamente su independencia. Y también Rodríguez castillo lo reveló al escribir:

Yo vide un águila mora

volando sobre un chilcal,

era el alma cimarrona

campeando la libertá.

Cuenta el Uruguay con una larga tradición laicista. Sin embargo, en la parroquia de Punta del Este, al amparo de la bandera nacional, luce una pequeña imagen de la Virgen de la Candelaria, que acompañó a los 33 Orientales en su esforzada gesta.

Tradicionalmente, las preferencias políticas uruguayas se dividen entre el Partido Colorado y el Partido Blanco, más próximo éste a la religión y a la Argentina. Al respecto cabe apuntar que, conmovido por la denodada defensa de su ciudad que realizó Leandro Gómez, el negro Gabino Ezeiza escribió “Heroica Paysandú yo te saludo”, rimas que repitió hasta el cansancio en sus giras de payador trashumante.

El campo uruguayo es quebrado y agreste, surcado por arroyos, veteado de piedra y matizado por isletas de monte natural. A los veraneantes argentinos les recomiendo que, alguna vez, bordeando el Atlántico se lleguen hasta cerca de la frontera con Brasil, para conocer Santa Teresa, magnífica fortaleza construida por los españoles del siglo XVIII para frenar las incursiones portuguesas.

Terminaré invitando a mis compatriotas a estrechar vínculos con nuestros amigos uruguayos, dejando de lado enconos futbolísticos soslayables.