Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Los cubanos llenan sus playas

Escribe Jaime Hamre
Los cubanos llenan sus playas. Notas y comentarios. La Nueva. Bahía Blanca

Los cubanos están copando las playas de su país con una afluencia récord, un lujo que les estaba prohibido hasta hace pocos años, previendo que un cambio en la política de Estados Unidos hacia la isla abra la puerta de estos parajes a miles de visitantes y haga subir los precios.

Hasta 2008, el gobierno comunista les prohibía a los cubanos entrar a los hoteles turísticos. Ahora, el sector se ha visto revolucionado por los locales que llegan a hospedarse: el año pasado la cifra alcanzó 1,2 millones de residentes permanentes, un incremento de un 23 por ciento desde 2013.

Funcionarios del sector han destacado un nuevo aumento de la afluencia este año, aunque sin dar cifras.

Expertos dicen que muchos de los cubanos que se pueden permitir estancias en la playa y en hoteles reciben remesas de familiares que residen en el extranjero, principalmente en Estados Unidos.

En una prueba de los cambios que se viven en la isla, el noticiero estatal recientemente lanzó un reporte recordando a los cubanos que deben “mantener una conducta adecuada” en los lugares en los que compartan espacios con turistas extranjeros.

“Ojalá que cuando cada uno de los visitantes regresara a su tierra dijera haber visto más que playas hermosas, más que autos clásicos; ojalá dijera que vio educación en la gente de Cuba”.

Varadero, a unos 120 kilómetros al este de La Habana, es el principal destino turístico de playa en la isla, famoso por su arena blanca y aguas turquesas.

“El cliente de Cuba hoy no solo va a los hoteles estándar, sino que va también a los hoteles de mayores categoría de la cadena,” dijo Narciso Sotolongo, subdirector de ventas de Meliá Hotels International en Cuba.

La cadena española, que dirige 27 hoteles en la isla, es el socio extranjero más importante en el turismo en Cuba.

Casi 80.000 cubanos se alojaron en los hoteles de Meliá este año, un salto del 35 por ciento respecto al mismo lapso de 2014. Desde que la empresa abrió las puertas a los cubanos, en 2009, el crecimiento ha sido de un 32 por ciento promedio.

Obama abolió las restricciones a los viajes familiares y al envío de remesas a Cuba para los aproximadamente 2 millones de cubano-estadounidenses.

Cuba alcanzó un récord de 3 millones de turistas extranjeros en 2014, y las visitas en los primeros siete meses de este año subieron 17 por ciento respecto al mismo periodo del pasado.

Cada vez más estadounidenses llegan a la isla. Expertos del sector pronostican unos 150.000 visitantes de ese país para este año, un alza significativa respecto a los 91.000 de 2014. Muchos esperan una explosión de llegadas en los próximos años.

Como parte del acercamiento entre los exenemigos de la Guerra Fría, el presidente estadounidense Barack Obama ha levantado algunas restricciones para los viajes a Cuba. Pese a que el turismo en sí sigue prohibido, algunos estadounidenses llegan al país y logran visitar sus costas.

Obama ya ha autorizado vuelos directos a Cuba, siempre que sea para un viaje con fines educativos.

El veto a los viajes tiene que ser aprobado por el Congreso de mayoría republicana, pero se considera que el gobierno seguirá aliviando las restricciones.

“Uno de los objetivos de la política de Obama es inyectar dinero al sector privado de Cuba. Esto se puede lograr a través del turismo y las remesas”, dijo Richard Feinberg, un experto en Cuba que fue asistente especial de Asuntos de Seguridad Nacional del expresidente Bill Clinton.

Pese al auge del turismo nacional, pasar un fin de semana en Varadero todavía está fuera del alcance de la mayoría de los cubanos, que en 2014 cobraban un salario estatal promedio de 24 dólares.

“Con el salario básico de un cubano, no se podía soñar con vacaciones con su familia, jamás”, dijo Irenia Gómez Oviedo, cajera de una tienda, quien destacó que pudo pasar dos noches en Varadero con su familia gracias al dinero que les dio su padre, propietario de un negocio privado.

Incluso con la ayuda de su padre, la familia tuvo que ahorrar por un año para pagar los 50 dólares por noche en el hotel con sistema todo incluido, relató.