Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Descendientes de próceres, unidos, pasaron por Bahía Blanca

 Son miembros de la Asociación Fundadores de la Patria y recorren el país con sus charlas. La idea es recuperar para la sociedad en su conjunto los valores de aquellos grandes hombres.

Mario Passo, María Cristina Brown y su hijo, Juan Racedo Brown. (Pablo Presti - La Nueva)

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace exactamente dos siglos, en septiembre de 1818, el almirante Guillermo Brown fue detenido en Buenos Aires, acusado de haber actuado en la guerra del Corso sin la autorización del gobierno. Lo defendió Juan José Passo, en su calidad de abogado y Auditor General de Guerra de la Nación. 

   Meses después, Brown era absuelto de toda culpa. A 200 años de esos hechos, en este diario se encuentran dos de sus descendientes, choznos de quinta generación, María Cristina Brown y Mario Passo.

   María Cristina y Mario disertaron en dependencias de la Cooperativa Obrera, invitados por el Instituto Browniano. Junto a Manuel Belgrano --que debió regresar a Buenos Aires antes de la entrevista-- son miembros de la Asociación Fundadores de la Patria, que reúne a descendientes de los protagonistas de los momentos iniciales de nuestra nación. Desde hace diez años recorren el país dando charlas sobre el papel de aquellos hombres.

"Bron", en Bahía

   "Si en Bahía Blanca digo Brown muchos no lo relacionan con el almirante y menos con la calle que lleva su nombre, porque en general la nombran Bron". 

   Esa particularidad refiere María Cristina consultada sobre la vigencia de su familiar más distinguido, el Padre de la Patria en el mar.

   "El almirante", como lo nombra siempre, es el padre de su tatarabuelo. La mujer guarda muchas historias familiares que le contó su padre, Eduardo Brown, quien llegó a mantener contacto personal con su bisabuelo, el primer nieto del almirante.

   Un objetivo de los descendientes es mostrar a sus antecesores como seres humanos, "con virtudes y defectos", lejos del bronce. Reconoce que Brown no está entre los próceres más reconocidos porque, explica, "nuestro país no tiene mucho vínculo con el mar: los héroes peleaban en tierra".

   De todas maneras destaca que nadie duda en reconocerlo como el creador de la Armada Argentina. "El almirante logra algo maravilloso. Porque no se trató solo de conseguir buques, sino de formar una tripulación. En esa época (1814) había gauchos, hombres de a caballo, a los que no le gustaba la disciplina. Hubo que hacer todo", indica.

Passo, con dos "s"

   "¿Dónde vio escrito Paso con dos s?", preguntó Mario Passo cuando se lo consultó sobre la grafía correcta de su apellido mientras entregaba una tarjeta con su apellido con las dos "s" negadas. "El apellido original es con dos", indica.

   Passo preside la asociación de descendientes, a la cual llegó de manera casual cuando, con 16 años, concurrió a una misa que reunía a familiares de los próceres de la revolución. Allí se encontró con María Angélica Cordero Urquiza, descendiente de Mariano Cordero, el marino a quien Brown le regaló su espada.

   "Cuando le dije que era descendiente de Passo fue todo un acontecimiento. Empecé entonces a investigar y a descubrir relaciones familiares. Fue el comienzo", recuerda.

   Para Mario su antecesor es reconocido en la historia, aunque como en un segundo plano para un país que, afirma, "está siempre atrás de los generales".

   "Passo fue el hilo conductor político de la revolución de Mayo. Estuvo 23 años en la función pública, integró los dos triunviratos, fue congresista de la Independencia y redactor de la Constituión de 1813", detalla.

   Mario tiene un objetivo claro: "recolocar en la historia" a "los ideales y vocación de servicio" que tuvieron estos hombres y mujeres que dejaron fortunas, recados, caballos, cartuchos de polvora y a sus propios hijos para conquistar la libertad e independencia de medio continente", destaca.

"Les presentamos a un ser humano"

   "La gente se interesa y se sorprende", señala María Brown cuando refiere la reacción de quienes acuden a sus charlas. Se sacan fotos, selfies. "No imaginan que aquellos próceres pudiesen tener hijos. Nosotros les presentamos a un ser humano, padres de familia, abuelos"

   Brown tiene en custodia el anillo de oro blanco y diamantes que Guillermo Brown usó para su compromiso matrimonial, en 1809. 

   Desde la muerte de la mujer del almirante, Elizabeth Chitty en 1868, el anillo fue pasando a las mujeres de la familia, con la condición de ser de apellido Brown. 

   Lo heredó primero Martina, hija del almirante, pasó luego a manos de dos Corina Brown, y ahora lo tiene María Cristina. 

   "Lo usé un par de veces, no más. Como mi hija no es Brown, va a pasar luego a manos de una hija de mi hermano", explica.

   Resulta llamativo visitar la página en Facebook de Mario Passo y ver los nombres de algunos de sus amigos. Además de María Brown figuran Roberto Matheu, Antonio Berutti, Martín de Güemes, Susana Rosas y Belgrano, Manuel Belgrano, Marcelo Pueyrredón, Patricio French y Delgado Laprida, entre otros.