Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Bahía crece en torno a La Carrindanga, pero una amenaza frena proyectos

Varios clubes, en especial Liniers, pero también algunas familias, tienen complicaciones cuando llueve mucho y el arroyo se desborda. Los "chivos" tienen la posibilidad de hacer una gran inversión, aunque les genera dudas.

Pablo Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Invertir en La Carrindanga. Ese es el dilema que afronta la dirigencia de Liniers, que tenía prevista una serie de obras en el complejo "Oscar Zibecchi" con el dinero que ingresará por la venta de Lautaro Martínez a Italia.

   Al estar ubicado en una zona inundable por el paso del arroyo Napostá, que también afecta a alrededor de 10 familias, un par de comerciantes y otras dos instituciones deportivas, las dudas comenzaron a ganar terreno.

   “Este es un problema que arrastramos hace muchísimos años e incluso hicimos varios pedidos para que se le busque una solución. Y más allá de la buena voluntad de la comuna, el inconveniente es provincial”, manifestó el presidente de los “chivos”, el contador Carlos Pablo.

   Señaló que desde el municipio le prometieron interiorizarse en el tema.  “Nos dijeron que una posibilidad es dragar y limpiar el fondo para que el agua no se desborde tan fácil como ahora, aunque somos conscientes que eso sería un paliativo, no una solución definitiva”.

   Y explicó: “Con una lluvia de mediana intensidad, nos queda inutilizado el predio por una semana, porque el agua llega hasta el ingreso. Y eso, además de generarnos trastornos económicos puntuales, también nos impide proyectar obras. Con el predio cerrado perdemos alrededor de 100 mil pesos por semana”.

   El intendente Héctor Gay se mostró abierto a buscar una solución. “Siempre estamos dispuestos a colaborar con los clubes de nuestra ciudad. En los próximos días me interiorizaré del tema”, dijo el jefe comunal.

   El problema también lo padecen varias familias afincadas en la zona.  “Cuando el arroyo se desborda, el agua nos llega al patio. Hemos tenido que dejar el auto sobre la ruta y salir con botas para ir a trabajar, pero por suerte nunca tuvimos que evacuarnos. Cuando para de llover, el agua tarda en bajar entre tres o cuatro días”, comentó Vanesa, quien hace 10 años construyó una casa a 300 metros de la vera del arroyo.

   Más complicada es la situación de Marcelo Velázquez, que tiene su casa a pocos metros del Paso Vanoli.

   “Vivo desde siempre acá y cuando el arroyo desborda he tenido hasta 60 centímetros dentro de la casa. Cuando llueve en las sierras acá prendemos velas para que no sea abundante, porque el arroyo desborda. Y cuando eso sucede me defiendo solo, la calle se hace intransitable”, contó.

   Tampoco están ajenas otras dos instituciones deportivas. Leandro Cataldo, titular del Círculo Bahiense de Arquería (el municipio les otorgó en 1999 en comodato un predio de una hectárea), reconoció que sufren la subida del agua, aunque al cobijar una actividad al aire libre no los afecta tanto.

   “Todo lo que construimos tuvimos la previsión de hacerlo sobre cierta altura. Cuando el arroyo desborda nos queda inutilizado el campo de tiro, pero una vez que baja el agua, en tres o cuatro días ya se puede usar. La principal dificultad es el ingreso, porque la calle queda toda bajo agua”.

   Guillermo Cantarelli es el Capitán de Campo del Club de Golf Palihue. 

   “Así como nos perjudica cuando se inunda porque nos obliga a suspender y reprogramar torneos, también es positivo porque ese agua nos permite nutrir el campo, teniendo en cuenta que no tenemos riego artificial”, esgrimió.

¿Con cuántos milímetros se inunda?

   Una lluvia de 50 a 60 milímetros en la cuenca del arroyo Napostá, que alcanza los 1.035 kilómetros cuadrados, sería absorbida en forma total por el sistema y no habría daños.

   Con 100 a 110 mm caídos habría picos de 400 m3 de agua por segundo. Pero, entre el canal Maldonado, la planicie situada entre el extremo del campo de golf, el departamento de Agronomía de la UNS y el cauce del arroyo, el agua sería absorbida en los primeros minutos, anegándose solamente parte del Parque de Mayo y los alrededores del cauce.

   En cambio, si cayeran 200 milímetros en menos de 4 a 6 horas, en toda la cuenca, por lo menos un tercio de la superficie del Parque de Mayo se inundaría y cabría la posibilidad de desborde en las márgenes y tercer tramo del Canal Maldonado, así como en las riberas del arroyo.

   Una precipitación similar a la ocurrida en La Plata, con alrededor de 300 milímetros en pocas horas, resultaría catastrófica, por cuanto sólo quedaría a salvo de la inundación la zona alta, anegándose prácticamente toda la ciudad.

Un dique en Puente Canesa

   El ingeniero Juan Carlos Schefer, director decano del departamento de Ingenieria de la UNS, ex concejal y exdirector del dique Paso de las Piedras, se refirió al tema.

   “Puente Canesa es ideal para construir un dique multipropósito. Permitiría acumular agua en las crecidas para evitar inundaciones y también serviría como abastecimiento de agua para la ciudad. Hoy ABSA tiene dos tomas, una en Mirasoles y otra en Empleados de Comercio, que están condicionadas por la calidad del agua. Cuando llueve mucho baja con barro y, si hay sequía, directamente no tienen”.

   "Un paliativo podría ser que se limpie todo el cauce del arroyo. Desde que tengo memoria nunca se limpió, pero también hay una explicación: con el cauce 'sucio', el agua demora más en bajar y, ante una crecida, se evitan las inundaciones en la zona baja del cauce”.

Tres fechas trágicas

26 de marzo de 1884. Más de 200 milímetros en la cuenca serrana produjeron una de las inundaciones más grandes de la historia local. Dos personas murieron, varios edificios se derrumbaron.

18 de marzo de 1933. Las aguas invadieron los barrios La Falda, Napostá, Tiro Federal, Aldea Romana e Ingeniero White, mientras que calles céntricas, como Zelarrayán, Lamadrid, Alsina, Lavalle, Mitre y Soler se asemejaban a verdaderos ríos.

9 de abril de 1944. La crecida avanzó por el Parque de Mayo y llegó al centro por Alem, Rodríguez y Sarmiento. El fenómeno se hizo sentir con inédita intensidad en Villa Mitre y barrios vecinos, registrando varias víctimas fatales y más de 200 familias evacuadas.