Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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De una pobre piba a una pendeja de mierda

Por Sol Azcárate | sazcarate@lanueva.com

 

   Cerramos una semana intensa. En Bahía Blanca hubo dos nenas perdidas en los últimos dos días. Se nos remueven emociones, hay una herida que no va a cerrar jamás: en 2016 mataron a Micaela, una nena de 12 años. Al femicida y a su cuerpo los encontraron 35 días después.

   La Justicia y la Policía parecen aprender así, después de que la desgracia nos arrasa (y nos arrastra a la calle a gritarlo, claro). Esta vez se activaron rápido los mecanismos de búsqueda. Rocío apareció en pocas horas. A Milagros la encontraron después de casi 49, arriba de un colectivo. Y el equipo de La Nueva. estuvo ahí, porque el periodismo es servicio y nos comprometemos a difundir para crear consciencia colectiva; y porque estamos para controlar el trabajo de quienes deben cuidarnos.

   A las dos las encontraron sanas. Están bien, a salvo. 

   La aparición de Milagros la anunciamos con una transmisión en vivo por Facebook. En pocos segundos había unas 2.000 personas mirando. Y no tardó en pasar lo de siempre: gente "indignada" porque la nena había aparecido viva. Sí, así como se lee, porque eso significa a la inversa que se quejen por el despliegue de la búsqueda por una nena que al final andaba sola en un colectivo, que no fue secuestrada ni violada ni asesinada.

   Hay tanto humo por soplar antes de que se nos atoren los pulmones. Toda esa gente que reacciona así, lo único que hace es compartir en Facebook una foto de la chica desaparecida. Y cuando una búsqueda termina en femicidio, lo mismo: lo único que hacen es lamentarlo desde el sillón de sus casas. Nunca nada les parece demasiado importante como para, en definitiva, poner cuerpo y alma.

   Que si se fue porque quiso, que si no le ponen límites, que si el Estado gasta plata en buscarla, que seguro estaba de joda y que entonces debe tener muchos novios y que a dónde estaba la madre (pocas veces se refieren al padre). Y así, de pronto, pasan de buscar a "una pobre nena" a encontrar a "una pendeja de mierda".

   Se jactan de ser mejores padres y madres que nadie. Ponen de ejemplo su propia juventud. Hablan de familias "ideales" y algunos se animan a más: promulgan la violencia física para que aprendan estas malas víctimas que aparecen vivas.

   Sé que estamos quienes nunca dejaremos de buscarnos cuando una de nosotras desaparezca. Y que seguiremos al lado cuando la encuentren.

   "Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona".

   Por si acaso, les dejo el significado de "empatía".