Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Los pozos de Don Bosco, un problema que no tiene fin

El pésimo estado del asfalto en varios sectores es un problema para quienes la transitan habitualmente y por ello precisa de una rápida solución.

Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Don Bosco es, históricamente, una de las calles de acceso y egreso más importante y más utilizada de Bahía Blanca.

   Pero en este último tiempo, el pésimo estado del asfalto en varios sectores es un problema para quienes la transitan habitualmente y por ello precisa de una rápida solución.

   Profundos pozos, desniveles producidos por parches ocasionales y esquinas con agua acumulada desde hace mucho tiempo, son algunas de las postales que complican a los transeúntes y automovilistas que la circulan para entrar o salir de la ciudad o bien para llegar a sus propias casas.

   En una nueva recorrida, el equipo de “La Nueva”. recogió el testimonio de varios vecinos que se quejaron por el deterioro constante de las calles y alimentan los reclamos al municipio ante la falta de soluciones en este sentido.

   Por ejemplo, a la altura del 2.100 se formó un bache de importantes dimensiones que, para poder esquivarlo, obliga a los automovilistas a invadir el carril contrario, con el peligro que ello acarrea.

   “De noche es un peligro, porque al no haber buena iluminación, prácticamente no se ve. Y cuando llueve queda tapado por el agua y lo agarran todos”, cuenta Irma Garay, quien afirma que hace más de un año que el asfalto se rompió y no lo arreglan.

   A pocos metros, en la bocacalle de calle Di Sarli, justo enfrente del ingreso al complejo del club La Armonía, se formó una laguna de agua de lluvia que desembocó en la formación de un pozo gigante sobre la arteria principal.

   “Los chicos que van a jugar al fútbol no saben por dónde cruzar, porque las veredas tampoco existen. Y encima, los automovilistas vienen prestando más atención a los pozos que a las personas. En cualquier momento va a suceder una tragedia”, se anticipa Jorge, quien dice ser empleado de la entidad deportiva.

   Similar situación de esquina inundada se repite en la intersección de Don Bosco y Nicolás Pérez y se agrava aún más en Fray Mamerto Esquiú, donde toda la cuadra, hasta la desembocadura en Don Bosco, se asemeja más a una pileta que a una calle.

   Para un vecino la situación es mucho más complicada porque esgrime que no puede entrar con el vehículo a su propia casa debido al anegamiento de la cuadra.

   A lo largo de la arteria que utilizan colectivos de larga distancia y camiones que en su mayoría van o provienen del sur se perciben varios parches mal realizados, que sobresalen en altura y terminan asemejándose a lomos de burro, pero con la salvedad que están sobre una sola mano.

   “La gente intenta esquivarlos, por lo que indefectiblemente se tiran sobre la mano opuesta. He visto a varios tocarse los espejos, porque la calle tampoco es tan ancha, y ha motos que se han salvado por muy poco de ser chocadas”, manifestó Cristian Marcos, quien tiene un comercio en el sector.

   Queda en evidencia que los vecinos requieren soluciones que no pueden esperar.

   El arreglo de calle Don Bosco es uno de ellos...