Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Tras la Tragedia de Moreno, ¿cómo están las escuelas de Bahía y la región?

Los gremios vienen alertando sobre problemas de diferente gravedad en los establecimientos educativos públicos. La gobernadora afirmó que “estamos haciendo lo correcto, lo más rápido que podemos y diciendo la verdad”.

Fotos: Archivo La Nueva.

   “La tragedia en la escuela de Moreno podía haber ocurrido en cualquier lugar de la provincia”.
   Contundente, la titular del Centro de Educadores Bahienses (CEB), Paula Repetto, describió la difícil situación en materia de infraestructura de las escuelas públicas, incluyendo a Bahía Blanca.
   El jueves 2 de agosto murieron dos personas por un escape de gas en la Escuela Nº 49 de Moreno, explosión que reavivó el tema de la deuda edilicia escolar en territorio bonaerense.
   En Bahía, además, el deterioro se hace visible en otros edificios públicos. Los episodios salientes fueron el incendio en el Banco Nación, al parecer por fallas graves en su sistema de seguridad, y el corte del servicio de gas en el Palacio Municipal porque la empresa Camuzzi Gas Pampana comprobó que las instalaciones no superaban las pruebas de hermeticidad.

La tragedia de Moreno es un gran llamado de atención y muestra la necesidad de que se comience a trabajar seriamente, de una vez por todas”, dijo Paula Repetto.

   “Hace años que lo venimos denunciando; esto no empezó con el actual gobierno. Pero lamentablemente vamos naturalizando las cosas. Soy directora de la Escuela Nº 66, del Noroeste, y estoy cansada de pedir que me arreglen tres calefactores. Sigo esperando la solución”, contó Repetto.
   La gremialista dijo que cada febrero los directivos de las 284 instituciones públicas del distrito elaboran un informe describiendo los inconvenientes. Por estas horas se elevará a las autoridades provinciales de Educación.
   “En los últimos tiempos nunca logramos que haya una recorrida de Bomberos o de especialistas por los diferentes establecimientos. Entonces queda a criterio de cada director determinar cuál situación es grave y cuál es menor. ¿Cómo podemos saberlo?”, preguntó.
   Y agregó: “La tragedia de Moreno es un gran llamado de atención y muestra la necesidad de que se comience a trabajar seriamente, de una vez por todas”.

786 escuelas sin clase

   Tras la explosión de la escuela de Moreno y la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) emitió una resolución en la que instaba a los directivos de las escuelas bonaerenses con graves problemas de infraestructura a “suspender el dictado de clases para resguardar a la comunidad educativa".
   Según un relevamiento de Suteba efectuado la semana pasada, la medida fue acatada en 786 escuelas de la provincia de Buenos Aires.
   “Dichos establecimientos cesaron sus actividades ya que se encuentran en riesgo edilicio por los problemas de Infraestructura que el Gobierno Provincial se empeña en desconocer, afectando a 393.000 alumnos, aproximadamente”, se indicó en un comunicado.
   Roberto Baradel, líder de Suteba, pidió que las autoridades provinciales hagan “lo que nunca hicieron”.
   "Envíen inspectores de infraestructura, higiene y seguridad de trabajo para verificar las condiciones de las escuelas", reclamó el dirigente sindical.

   La titular de ATE local, Viviana Marfil, afirmó que “ninguna de las escuelas públicas de Bahía resiste una prueba de hermeticidad de Camuzzi.
   Acotó incluso que “en muchos establecimientos, como la Escuela Nº 8, se hicieron obras sin tomar las medidas de seguridad para los chicos que transitan día a día por el lugar, al igual que en la Técnica Nº 1”.
   “Las cosas no pasan solo porque no pasan”, disparó.
   Otra deficiencia, remarcó, es que en 2018 no se realizó la limpieza de los tanques de agua en casi ninguna entidad educativa, pese a ser obligatorio.
   “Problemas hay muchísimos. Otro caso es la Escuela Nº 37, que tiene los matafuegos vencidos. Más aún: en las escuelas no se capacita al personal para que sepa cómo utilizarlos en caso de emergencia”, dijo.

Desde Suteba instan a los directores de escuela a suspender las clases si hay deficiencias edilicias.

   Y puntualizó problemas en otras instituciones públicas, por fuera del ámbito educativo. Afirmó que el Hospital Interzonal Penna no tiene salidas de emergencia y que, en caso de evacuación, las escaleras son demasiado angostas para que pasen camillas y sillas de ruedas.
   Incluso exhibió un documento de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, elaborado en 2015, que señalaba que el sanatorio provincial directamente no cumplía con una larga lista de obligaciones en temas como Higiene y Seguridad en el Trabajo, Equipos y Elementos de Protección Personal, Protección contra Incendios, Riesgo Eléctrico y varios más.
   “Los Registros Civiles, tanto de Castelli como Las Heras, tienen una sola entrada. Además, ambos carecen de la instalación eléctrica adecuada”, enfatizó.
   “Uno ve que las autoridades, cuando se trata del ámbito privado, como las empresas del Polo, les hacen cumplir todas las normativas. Pero en el Estado no”, acotó.

Vidal: “Invertimos como nunca se hizo en 28 años”

   La gobernadora María Eugenia Vidal no negó los serios inconvenientes en materia de infraestructura. No obstante, dio otro enfoque.
   “Cuando asumí el gobierno decidimos realizar un relevamiento para conocer el estado en que se encontraban las escuelas. El resultado fue el que todos conocemos: la gran mayoría tenía problemas, algunos más urgentes que otros”, afirmó hace algunas horas.
   “Por eso tomamos la decisión de invertir como no se hizo en los últimos 28 años y hacernos cargo de la verdad. Elegimos hacer lo que hay que hacer y empezamos por lo más urgente. En lo que va de la gestión ya destinamos más de 21 mil millones de pesos a infraestructura escolar”, sostuvo.
   Vidal también lamentó profundamente lo que consideró “la utilización política que han hecho algunos sectores de la tragedia de Moreno”.

   “Es una falta de respeto a los bonaerenses y al duelo de las familias de Sandra y Rubén”, disparó.
   También dijo que las comunidades educativas, padres, alumnos y vecinos deben saber que su gobierno va a “seguir trabajando e invirtiendo para que nuestras escuelas recuperen la dignidad que, durante 28 años de desidia, fueron perdiendo”.
   “Sabemos que va a llevar tiempo, que no vamos a resolver todos los problemas en 2 años y 8 meses de gestión, pero estamos haciendo lo correcto, lo más rápido que podemos y diciendo la verdad. Cuentan con mi compromiso, con más fuerza que nunca”, remarcó.
   También confirmó que a fin de mes volverá a convocar a los gremios docentes a paritaria. Desde su entorno descartan que un tema central del encuentro será, además, la infraestructura escolar.

¿Y la Escuela Nº 2?

   Bien patrimonial de la ciudad, el edificio de Vieytes 51 sufre un largo proceso de deterioro. El último capítulo fue la colocación de un cerco para prevenir que algún desprendimiento de su estructura caiga sobre los transeúntes.
   El año pasado la Municipalidad convocó al Colegio de Arquitectos para analizar la situación y elaborar un plan de trabajo. Luego de una serie de reuniones, el ímpetu inicial se perdió.
   “Un día se cortó el diálogo y apareció el cerco actual. Desde entonces no hubo más contacto”, comentó el directivo del Colegio, Jorge Llambrich.

La situación en la zona

   En la mayoría de los distritos de la zona no hay graves problemas de infraestructura escolar, aunque referentes de los gremios docentes y consejeros escolares aseguran que la situación dista mucho de ser la ideal y que hay casos puntuales en que el riesgo para alumnos y docentes es elevado.
   Entre las principales falencias citan deficiencias en sistemas eléctricos, filtraciones en techos, obras inconclusas (algunas detenidas hace años), falta de servicios básicos (como gas), desagües cloacales tapados y falta de edificios, lo que obliga a dos o hasta tres instituciones distintas a compartir un mismo lugar.
   En Tres Arroyos, los principales inconvenientes estructurales que se perciben son filtraciones e insuficiencia en la provisión de energía eléctrica. Así se desprende de un detallado informe que presentó Suteba en los últimos días al Consejo Escolar y el Concejo Deliberante.

En la mayoría de los distritos de la zona no hay graves problemas de infraestructura escolar, aunque referentes de los gremios docentes y consejeros escolares aseguran que la situación dista mucho de ser la idea.

   El “carpetazo” –como lo denominan en el gremio- "es un listado de todos los problemas edilicios en cada colegio”, indicó Marcela Molina, secretaria general de Suteba.
   “Aunque no tenemos ninguna escuela con suspensión, por ejemplo hoy se cortó la luz en una", informó.
   Al referirse a los inconvenientes más comunes de los detectados en distintas escuelas, Molina dijo que hay edificios con “graves filtraciones en los techos”, como la Escuela Nº 54 y la secundaria Nº 4, donde se siente mucho el agua los días en los que hay fuertes lluvias y algún riesgo de contacto con artefactos eléctricos".
   Al mismo tiempo, también se destaca la obra inconclusa de la escuela secundaria del barrio Villa de las Américas, “una construcción que se inició en 2014, se paró en 2015 y no avanzó más".
   "Como consecuencia de eso, tenemos una sobrepoblación de alumnos y docentes en la Escuela Nº 16, lo cual trae muchísimos inconvenientes, además de quitarle el espacio a los chicos de la primaria. Algo sobre lo que los docentes están encima y le ponen una garra tremenda", dijo.

Uno puede entender que hay situaciones en las que no se corren grandes riesgos, pero un día de lluvia una auxiliar que no conoce el déficit de una escuela con filtraciones enchufa algún equipo eléctrico, y pasa lo peor”, dijo Molina.

   Al ser consultadas sobre las medidas que toman para afrontar la situación, Molina indicó que, "lo denunciamos de manera reciente con el carpetazo y están terminando un relevamiento que será elevado en las próximas horas a Suteba central".
   Luego de recordar que la Escuela de Estética comparte la parte eléctrica con su vecina la Escuela 24 y, a veces, la utilización simultánea del sistema trae inconvenientes, Molina aclaró que en el distrito "no hay problemas que pongan en serio riesgo a alumnos y docentes”.
   “Sin embargo, si esto se lo preguntabas a los alumnos y docentes de la escuela de Moreno antes de que ocurra la tragedia, seguramente te iban a responder lo mismo que yo. Uno puede entender que hay situaciones en las que no se corren grandes riesgos, pero un día de lluvia una auxiliar que no conoce el déficit de una escuela con filtraciones enchufa algún equipo eléctrico, y pasa lo peor”, dijo.
   Gustavo Paletta, secretario general de ATE Patagones, dijo que ese distrito no es una excepción.
   “Esta semana le sacaron el regulador (de gas) a una escuela –señaló-. La realidad es que seguimos teniendo problemas de infraestructura. Por ejemplo el edificio donde funciona la Escuela Técnica está deteriorado; la escuela laboral tiene problemas de gas, techos y paredes; en la 26 de Juan A. Pradere, las condiciones de trabajo son pésimas; y hasta el edificio donde funciona el Consejo Escolar es un desastre”, dijo.
   Por su parte, UDOCBA Patagones denunció una serie de irregularidades que se registran en escuelas, a partir de un relevamiento en las instituciones escolares, y pidió a las autoridades que tomen cartas en el asunto.
   Entre ellas se encuentra el CFI Nº 1 (Escuela Laboral), donde fue recientemente retirado el medidor de gas a partir de una denuncia anónima. Este caso fue citado el último viernes, durante una marcha de silencio que se hizo durante la visita de la gobernadora Vidal a Patagones. Además, desde el gremio se informó que en las próximas horas exigirán que “se tomen cartas en el asunto respecto a las problemáticas que presentan varias instituciones de la ciudad cabecera del distrito”.

   En Coronel Suárez, el Frente de Unidad Docente reconoció que no se observa una gran cantidad de escuelas con deficiencias edilicias, aunque remarcó que existen “algunas excepciones”.
   Entre ellas se encuentran la EP Nº 1 -que comparte edificio con la ES Nº 8-, que tiene problemas de electrificación de paredes cuando llueve, escaleras de madera muy deterioradas y mampostería rota.
   La EP Nº 7 tiene dificultades cuando llueve porque se filtra por el techo, hay problemas eléctricos y las ventanas en su mayoría no pueden abrirse. El colegio José Manuel Estrada, de gestión privada, también tiene varios problemas.
   El incremento de la matrícula en los tres niveles de enseñanza representa además un problema, a causa de la falta de espacio físico. Por ello, muchas escuelas solicitan la construcción de aulas.

   En Villarino, Eduardo Gómez, secretario general de Suteba, dijo que hay problemas “en todos lados”.
   “En Médanos hace poco hubo problemas de electricidad en la Escuela Nº 1, y en la EP Nº 4 están cediendo los cimientos. En Pedro Luro hay aún dos escuelas sin gas, y se mantienen con estufitas, muy precariamente.  En la EP Nº 3 los cables eléctricos están todos a la vista”, enumeró.
   “Parece que tiene que pasar algo así (por la tragedia de Moreno) para que lo vean. Incluso inauguraron el jardín 910 de Pedro Luro sin gas y sin habilitación”, añadió.
   Desde ATE aseguraron que hay cañerías de cloacas tapadas y problemas con roedores en algunos comedores. Y la exdirectora de la Escuela Secundaria Nº 1 de Pedro Luro, Mónica Severini, consideró “clave” que los padres se sumen a la lucha.
   “El primer responsable es la Provincia, que está desfinanciando a los consejos escolares”, advirtió.

No hay un plan de seguimiento o de prevención de riesgos, donde se chequeen las instalaciones eléctricas o las redes de gas de todas las escuelas", señaló Lucía Navarro. 

   En el distrito de Saavedra también se registran inconvenientes.
   “La comunidad educativa de la ES Nº 2 asiste a un edificio que está en emergencia edilicia, y la respuesta que se nos da desde el Consejo Escolar es que no van a cambiar un techo teniendo un edificio a punto de terminar”, afirmó la secretaria del gremio Suteba, Lucía Navarro.
   “Tampoco hay un plan de seguimiento o de prevención de riesgos, donde se chequeen las instalaciones eléctricas o las redes de gas de todas las escuelas. Se arregla la situación que surge en una emergencia. Una escuela avisa que tiene un problema, se trata de arreglar y, después de tres o cuatro meses, cuando ese problema se convierte en un estado de emergencia, recién ahí se plantea un plan un poco más constituido para poder solucionarlo”, agregó.
   Asimismo, dijo que no se observa un plan de prevención de riesgos para evaluar anualmente cómo se encuentra la infraestuctura de cada escuela y qué necesidades tiene.
   “Todo depende de la demanda de los equipos directivos y no de un control de prevención”, lamentó.

Más controles

   En Coronel Dorrego, fuentes del Consejo Escolar reconocieron que, a partir de lo sucedido con la Escuela Nº 49 de Moreno, acentuaron los controles para evitar problemas de infraestructura.
   “Se venían haciendo relevamientos -por ejemplo, con YPF Gas- pero partir de lo sucedido en la EP 49 de Moreno se ha intensificado el control en las escuelas que cuentan con gas a granel (zepelines). Estos lugares son El Perdido, Aparicio, Oriente, Marisol e Irene”, se indicó a La Nueva.
   “Desde este Consejo Escolar podemos informar que estamos conformes con la infraestructura escolar del partido, aunque hay cosas para mejorar”, agregó.
   Algo similar sucedió en Puan. La referente de la FEB, Ana María Denegri comentó que problemas hay como en todas partes y que dentro del distrito de este distrito hay escuelas que donde se siente olor a gas.
   “Acá el problema no es grave, porque las escuelas son chicas y enseguida actúan la cooperadora o el CE", sostuvo.