Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Precisiones para no temer, pero sí tratar con exactitud la hipertensión

La información fue brindada por el doctor Alberto Villamil, durante su reciente presencia en el Hospital Naval Puerto Belgrano. El profesional es presidente del Instituto Cardiovascular de la provincia de Buenos Aires. 

Natalia Miguel
nmiguel@lanueva.com


Conceptos claros y precisos, datos relevantes, estadísticas, y una interacción afable, compuesta de interesantes y puntuales conocimientos  sobre el tema de la hipertensión arterial fueron transmitidos por el doctor Alberto Villamil, presidente del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
Estuvo presente en el Hospital Naval Puerto Belgrano y, más allá del encuentro con médicos y profesionales, brindó una charla al público en general para dar a conocer aspectos actuales para el paciente y la familia ante un cuadro de hipertensión.
En diálogo con La Nueva. dijo que en primer lugar, se tiene que saber que la hipertensión es una enfermedad crónica, en la elevación persistente, todo el día, todos los meses, todos los años. No una elevación puntual.
"Por ejemplo, si corre el colectivo, su presión sube y no por eso es hipertensa. Haciendo deportes, la presión también sube y no por eso somos hipertensos".
En segundo lugar, hizo alusión a un razonamiento sencillo. "De padres hipertensos ¿salen hijos con caspa? No, en general salen hijos hipertensos. Entonces ¿a nadie se le ocurre pensar que cuando atendemos a un hipertenso, es fundamental estudiarlo, hacer toda la prevención y preguntarle cuántos hijos tiene y qué presión tienen? De lo contrario, siempre llegamos tarde. Detectamos la hipertensión a los 30, 40, 50 o 60 años y la empezamos a tratar, pero en realidad la hipertensión podría haber empezado a los 7 años. Y durante largos años podría haber pasado desapercibida. Bajar más la presión es buena. Pero tratarla bien tempranamente es mucho más importante".
Sobre si se trata pero no se cura, dijo que "hay algunas formas que se llaman causas secundarias que pueden curarse. Si se tiene un problema en la glándula tiroide se puede operar y la presión puede desaparecer. Es un 10% de los casos. En el 90% restante, es genético, asique mientras no se pueda cambiar de padres o de genes, la presión estará presente".
Respecto a la población mayormente afectada, sostuvo que en la Argentina, a los 50 años, la mitad de las mujeres ya tiene algún problema con la presión, "y el 50% que no lo tiene, lo tendrá antes de morir".
Sobre las consultas
Con respecto a las consultas, mencionó que "cada vez es mayor. Hay dos fenómenos, la gente consulta más. Pero también consulta más temprano. 
Cuando yo empecé, hace 35 años, la gente venía al consultorio y decía 'me mandan por ser hipertenso' y llegaba con 24/13, 20/12, 17/11. Hoy viene gente muy asustada porque un día tuvo 15/9 o 14/8. La mínima cosa despierta alarma, a veces en forma excesiva. La parte buena, insisto, es la mayor concientización".
En relación con la medicación, dijo que "hoy tenemos varias. Básicamente hay cinco familias, con varios componentes".
También agregó que “diría que en el mundo se ha abandonado la investigación de nuevas drogas para este cuadro porque con estas cinco, se resuelve el 98 por ciento de los casos.

Datos reales.
La tercera medición.
Explicación. "La presión cambia cada vez que el corazón late. A 70 latidos por minuto, se multiplica por 60 minutos por 24 horas y dará unos 100 mil. Eso significa que el corazón late más o menos 100 mil veces por día. El detalle es que no hay dos latidos iguales en toda nuestra historia. Esto quiere decir que la presión cambia cada vez que el corazón late. Hay 100 mil presiones distintas. La presión hay que medirla en forma sistemática tres veces, consecutivas, separadas por un minuto, y la única que vale es la tercera".

Los costos.
Acceso a la salud pública.
Medicación. El facultativo dijo que "hay una cantidad de programas que desde hace años se mantienen, como Remediar y redes de salas, por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires, donde se da la medicación".
En nuestro país. "Comparado con otros países de América Latina que conozco, la accesibilidad o disponibilidad de medicación es mejor en la Argentina que en muchos países de la región. Igual eso hay que trabajarlo permanentemente. Hay muchos genéricos, que son económicos. Por lo tanto,  no es un problema monstruoso desde lo económico cubrir esta patología".