Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

"Las memorias del capitán del Forrest, en Malvinas"

 Rafael Gustavo Molini, capitán de navío retiro efectivo y veterano de guerra, presentó el libro, en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos.

Claudio Falzoni
cfalzoni@lanueva.com
Una nueva edición del libro "Memorias del Capitán del Forrest en Malvinas" fue la solicitud que le hizo el importante auditorio, en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, a Rafael Gustavo Molini, capitán de navío retiro efectivo y veterano de guerra.
Molini presentó el trabajo --con antelación lo hizo en la Feria del Libro y en Bahía Blanca-- que lleva el prólogo de Nicolás Kasanzew. Consta de 146 páginas, con fotografías. La editorial es el Grupo Argentinidad e integra la colección Malvinas.
"Dejé pasar algunos años que me sirvieron para expresarme en el libro con mesura, comprensión y muchos perdones. Empecé a comprender a los seres humanos que me rodearon en la guerra, sus miedos, sus sensaciones y los peligros que teníamos que vivir. Tomé más conciencia con quién estábamos en guerra. Es interesante saber que estuvimos en guerra con una potencia mundial y soldados de excelencia; con una flota de mar muy organizado y aviones de alto rendimiento. Pese a todo, en el balance, no nos fue tan mal, pese a algunos errores que cometimos. El más importante fue que hubo tres guerras diferentes: de la Armada Argentina, de la Fuerza Aérea y del Ejército. En la primera oportunidad que se juntaron algunos almirantes y algunos brigadieres, la Fuerza Aérea le provocó, al día siguiente, en bahía Agradable, un daño único a la flota inglesa. Fue desastroso para ellos".
Dijo que conoce prácticamente todas las costas de las islas Malvinas. "Empecé a apreciar lugares donde el agua es transparente; el fondo y las playas son de arena blanca. Me designaron comandante del "Forrest", un barco pintado de rojo su casco y de blanco su superestructura. Estaba amarrado en el último de los muelles. Me dieron 15 hombres. Al día siguiente me aproximé al barco con cuidado porque no sabía que reacción iba tener la gente. Salió al encuentro el capitán: era ese típo hombre de mar de historietas: canoso, colorado, con bigotes, pipa y una gorrita chiquita. Era una persona muy agradable".
Molini recordó que le dieron apoyo logístico de víveres, de combustible, de munición, de armamento a los puestos de todas las fuerzas que estaban diseminados en la isla.
"Fuimos muy útiles en las tareas que desempeñamos y tuvimos un encuentro con el enemigo".
Molini dijo que la operación más significativa fue un ataque que le hizo un helicóptero inglés --El "Forrest" ya presentaba otros colores--. "Le produjo una serie de orificios en el casco del buque. Fueron más de 50 y gracias a Dios no hirió a ningún hombre. Mi camarote quedó como un colador. Por alguna razón que desconozco seguí acercándome con el buque para impactarlo con armas menores: los fusiles FAL. Logramos siete impactos en el helicóptero. Fue un buen bautismo de fuego porque le salía humo. Quedó parado y tuve la mala intención de atropellarlo. Por un milagro llegó a la fragata inglesa "Alacrity".