Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Midget: en el óvalo de Aldea, la historia tuvo un final feliz compartido...

La bandera de cuadros consagró a Claudio Roth y Luciano Torres. Para Lucho fue inevitable la emoción tras su bautismo triunfal en Midget. Además, debut y podio para Juan Cruz Rodríguez.

Fotos: Sebastián Cortes- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa)   

   Al final de cuentas podríamos contar la historia frecuente de los últimos cuatro o cinco meses: Claudio Roth subido a lo más alto del podio y bañándose de gloria.

   No obstante, dado el desarrollo y el desenlace de los hechos, sería injusto limitarnos a eso.

   Minutos antes a la consagración del Ruso en la final de la Clase 1, la interminable primera función del Invernal de Midget 2018 (ver aparte) rindió tributo supremo a dos destacadas labores.

   Cada una, en sí misma, por contexto y particularidades, es digna de reconocimiento.

   ¡Sí, de acuerdo! Pero, indudablemente, y sin desmerecer lo hecho por Luciano Torres, el público entendió que el merecedor del mayor clamor debió ser el debutante Juan Cruz Rodríguez.

   Pupilo de la familia Saldamando, ex bicampeón de Micromidget, ex kartista de tierra y asfalto, Rodríguez alcanzó lo que ninguno (al menos en la era moderna): podio en su primera participación.

   —¿Qué nos podés decir de esto, Juan?

   —Que es increíble. Nunca pensé en terminar en un podio; ni siquiera imaginaba correr la final. Se fueron dando las cosas, manejé prolijo toda la tarde, el auto respondió bárbaro y, a pesar de algunos toques y percances, llegamos a esto.
Rodríguez es su apellido de nacimiento y, en el Midget, Saldamando por adopción.

   "Estar al lado de la familia Saldamando es todo. Ellos -destacó- me vienen enseñando desde que corría en Micromidget. Fernando me dijo que, ante todo, manejara tranquilo, y eso hice. Ahí estuvo la clave".

   A poco estuvo, el pibe de 18 años, de concretar la obra maestra; lo cual hubiese sido sublime...

   Ahora bien, no menos consagratoria fue la producción de Lucho Torres, incansable luchador de mil y una batallas, quien, en el momento que menos lo esperaba, tuvo su bautismo triunfal en la categoría, al vencer contundentemente en la final de la Clase 2.

   Si bien Lucho le quitó mérito al logro por tratarse de un ciclo invernal, no pudo evitar emocionarse al recibir el trofeo mayor.

   Ocurre que ver la bandera de cuadros primero que nadie, significó ponerle fin a un largo y duro peregrinaje de tropiezos y sin sabores dentro de la categoría.

   "Yo era uno de los que desmerecía estos torneos. Pero hoy me toca estar acá y la verdad que siento de todo", expresó el ex rugbier.

   Luego de un suspiró, Torres secó sus lágrimas y prosiguió con su relato...

   "Anímicamente es un envión tremendo. Lo que sufro yo lo sufren todos los que me acompañan; y la verdad es que venimos de años muy duros. Este es el premio al esfuerzo", entendió.

   ¡Ah!, volviendo al principio, un tal Claudio Roth exhibió por enésima vez su magistral presente mecánico y conductivo en la tierra del Héctor Evaristo Plano.

   —A la larga, esta racha va a ser un problema, ¿qué pasará cuándo termines segundo o tercero?

   —Y... No está bueno acostumbrarse a eso. Nos ha pasado que después de tener la suerte de ganar seguido, salíamos segundos o terceros y nos volvíamos al taller con la cara larga.

   De todas maneras, la exitosa racha del campeón estuvo cerca de caducar. Al cierre de la fecha, el abrumador dominio que ejerció la unidad que preparan Darío Roth y Luciano Bocacci, durante la primera fracción de la tarde, se vio amenazado por primera vez en mucho tiempo...

   "Tenemos que seguir trabajando, porque los demás se van a preparar", admitió Roth, reconociendo los buenos desempeños de Luciano Franchi y Luciano Vallejos.

   Con errores y aciertos, y contra el adverso pronóstico climático, pasó la primera. Un mes de descanso y los motores volverán a rugir.

Otro debutante que pisó fuerte

   Ganó su serie y lideró varias vueltas la primera semifinal, hasta que pagó cara la inexperiencia. Un choque contra el paredón opuesto dejó a Gonzalo Brezina con las manos vacías. Sin embargo, el joven de apenas 17 años, mostró agallas y temperamento a la hora de tratar el acelerador y derrapar. De tranquilizarse un poco, seguro dará que hablar...

Primera participación aprobada

   El cordobés Ezequiel García (presente en el encuentro nacional) fue otro de los que sobresalió en la jornada. El piloto del Midget del Litoral redondeó una magnífica tarde con el 5° puesto en la final de la Clase 2. Mauro Gorbea, en tanto, también cumplió un buen desempeño al formar parte de la prefinal.

Irán por revancha

   Damián Nador, Guido Botelli y Diego Ayneto debutaron con el pie izquierdo, luego de volcar sus máquinas en la apertura del ciclo invernal. Leonardo Vega y Nicolás Hernández, en tanto, también masticaron bronca al romper en plena prueba de suficiencia. Ambos deberán pasar el “examen” en la segunda fecha.

Sigue el maleficio

   Julio Piñeiro inició el invernal como concluyó el estival: accidentado. Su máquina se calzó en la curva de boxes, durante la cuarta semifinal, y terminó dada vuelta. Por desgracia, el piloto sufrió pérdida de conocimiento. Ello motivó el traslado al Hospital Privado del Sur (le efectuaron una tomografía), donde deberá permanecer internado en el Privado del Sur.

Se hizo eterno

   Los denodados esfuerzos de Daniel Vicente para acondicionar el circuito, tras las incesantes lluvias que azotaron la ciudad la semana pasada, fueron notables. No obstante ello, la actividad debió comenzar una hora después de lo previsto. El telón final de la fecha se bajó a las 18:30.

Nuevo récord

   Tal como se esperaba, la jornada de competencias rompió el récord de convocatoria al reunir 114 máquinas en el sector de boxes. El grueso del parque estuvo representado por la Clase 2, con un total de 73 pilotos (19 debutantes y 15 retornados). La Clase 1, en tanto, contó con 41 autos en pista.