Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Una ciudad más conectada

La ciudad es un organismo vivo, que crece, cambia, modifica sus hábitos, se extiende y genera nuevas necesidades. 
Es el nudo de vida de miles de personas que se desenvuelven y desarrollan dentro de una trama urbana que debe tener la elasticidad adecuada para dar respuesta a las nuevas necesidades.
En este aspecto, la conectividad es clave para el buen funcionamiento diario. Conectividad que se debe verificar con calles que alivien los circuitos más transitados, con alternativas a las avenidas, con fluidez de circulación y menos barreras urbanas.
Lo particular de estas cuestiones es que muchas veces no se trata de generar obras complejas o monumentales, ni siquiera inversiones desmedidas o faraónicas. Muchas dependen de prestar atención a la trama existente y entender como ciertas calles, pasos y circulaciones, hoy ignoradas o desatendidas, pueden cambiar y mejorar sustancialmente el funcionamiento urbano.
Es el caso de la recientemente terminada pavimentación de la calle Tres Sargentos (en el tramo comprendido entre Pilmaiquén y Fragata Sarmiento) y que continúa por Charcas, hasta Fortaleza Protectora Argentina, un total de 18 cuadras.
La traza cruza un sector que no hace mucho era poco menos que un descampado, sin demasiado tráfico, y que en las últimas décadas se ha convertido en una de las áreas con más desarrollo de la ciudad, con la conformación de al menos 14 barrios, además del crecimiento de otros existentes.
Paralela a la avenida Cabrera, la calle servirá para aliviar el tránsito que circula por la misma, el cual se hace francamente complicado en horarios pico cada vez más extensos, considerando el notable incremente poblacional del área y el aumento del parque automotor.
Porque, además, Cabrera tiene una desacertada y controvertida semaforización: en lugar de dar agilidad al tránsito, cada aparato se convierte en un verdadero tapón obstructor, sin que nadie termine de corregir algo que complica el funcionamiento diario a miles de vecinos.
Sin duda es importante que se siga analizando el plano de la ciudad, que se estudie el potencial de ciertas calles, que se vean esquemas de conexión -un caso es entre Cabrera y La Carrindanga- y que se disponga de un plan director que permita, en un tiempo lógico, mejorar una prestación vital para todos.