Bonavena, por Bahía

Redacción de La Nueva.

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por Mario Minervino

Hace 53 años, en abril de 1965, se presentó en el Salón de los Deportes -Soler 444- el púgil Oscar “Ringo” Bonavena, el peso pesado más popular del país,
Bonavena ya era reconocido por sus declaraciones y algún que otro escándalo público, un adelantado en la cuestión mediática tan propia de estos tiempos. 
Muchos recordaban, por caso, lo ocurrido en los Panamericanos del 63, cuando fue descalificado por morder a su rival. “No sé por qué lo hice -recordó de paso por la redacción de “La Nueva Provincia”-; estaba nervioso”.
Aquella presentación de “Ringo” en 1965 -así bautizado por su flequillo al estilo Beatle- era la segunda que, como profesional, hacía en el país. Unas semanas antes había derrotado, en Mar del Plata, por KO en el segundo round, a Rubén Sosa. Aquí enfrentó a Carlos Vázquez, nativo de General Daniel Cerri. 
Aquella noche, “Ringo” lució una atractiva y singular bata celeste con capucha. Ya en marcha el match, necesitó apenas tres asaltos para dar cuenta de su rival. Todos quedaron impresionados por la potencia de sus 22 años de edad y su carisma. 
Era el principio de una destacada carrera.  Ganó 56 de sus 65 peleas. Peleó por el título con el legendario Cassius Clay (perdió por KO en el último round) y dos veces con el campeón mundial Joe Frazier. Pese a perder en ambos casos por puntos, tres veces mandó a su rival a la lona. Como hombre, ensayó la sabiduría de la calle. “La experiencia es un peine que te dan cuando te quedás pelado”, aseguran que dijo.
Oscar Natalio Bonavena vivió hasta la noche del 22 de mayo de 1976, cuando un disparo de un fusil de caza le quitó la vida, frente al Mustang Ranch, un prostíbulo ubicado en las afueras de Reno, Nevada. 
Tenía 33 años de edad. Como Carlos Gardel, Julio Sosa y Pascual Pérez, “Ringo” fue velado en el mítico Luna Park.