Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Clan Benítez: el único detenido podría recibir hasta 50 años de cárcel

Dictaron la prisión preventiva de Fernando, acusado tentativa de homicidio, abuso sexual, privación ilegal de la libertad y suministro de drogas a dos mujeres.

Foto: Pablo Presti y Archivo-LN.

   Una conducta violenta hacia sus parejas, consistente en golpes, torturas, suministro de drogas y abusos sexuales, además de la decisión de retenerlas en su vivienda para evitar ser descubierto, podría determinar que Fernando Benítez, en caso de ser condenado en el juicio, reciba una condena de hasta 50 años de prisión.
   Esto se desprende de los delitos que le imputó el juez de Garantías Nº 2, Guillermo Mércuri, al decretar en las últimas horas la prisión preventiva de quien ahora es el único detenido en la causa conocida como “El Clan Benítez”.
   El magistrado calificó los hechos como “tentativa de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual con acceso carnal reiterado y suministro de estupefacientes a título gratuito agravado, en concurso real”, resolviendo que permanezca privado de la libertad hasta la realización del debate oral.
   “Según las figuras legales que hoy se le imputan, podría aplicarse una pena de hasta 50 años de cárcel, que es el máximo que autoriza el Código Penal”, mencionó una fuente judicial a “La Nueva.”.
   Distinta es la situación de su madre Nélida Esther Llanos, a quien el fiscal Jorge Viego había acusado de ser partícipe necesaria en la maniobra para retener a Aldana García y Andrea Santa Cruz en la casa de Güemes al 3700.
   Mércuri describió que halló contradicciones entre las víctimas respecto al papel de la mujer, además de indicar que “la omisión de denunciar el comportamiento violento de su hijo no encuentra reproche penal en nuestro ordenamiento legal”. 
   No obstante, tanto Llanos como su hijo Gonzalo Benítez (liberado luego que el fiscal decidiera no solicitar su prisión preventiva) continuarán ligados al proceso.


Relaciones violentas
   El juez Mércuri sostuvo que al analizar las actuaciones se destaca “la manera violenta en la que Benítez se relacionaba con sus parejas”.
   Explicó que esa situación es un común denominador en sus relaciones sentimentales, y valoró las manifestaciones realizadas por otras mujeres con las cuales el acusado mantuvo vínculo anteriormente.


   Tanto García como Santa Cruz describieron ante el fiscal los tormentos a los que fueron sometidas en el inmueble del barrio Latino.
   Mencionaron haber sido quemadas con agua caliente, mordidas por el perro del procesado, sufrir cortes con vidrios en las piernas, y lesiones con tijeras y un destornillador, además de golpes de puño en la cara y patadas en la espalda.
   Ambas mujeres padecieron lesiones de extrema gravedad, las cuales, en caso de que Aldana García no hubiera podido escapar a fines de marzo y así poner al descubierto la situación, habrían desencadenado indefectiblemente su fallecimiento. 
   “Por la multiplicidad de las lesiones que padecieron, estuvieron expuestas a shock séptico y muerte”, destacó un perito médico que las examinó.
   Las víctimas también relataron los abusos sexuales a los que fueron sometidas y mencionaron que el sospechoso las obligaba a consumir cocaína casi todos los días.
   Incluso, una de ellas describió que “la obligaba a drogarse para que le diga la verdad sobre si había estado con otra persona”.
Mércuri consideró que Benítez privó de su libertad a las mujeres “para evitar su incriminación”.
   Por último, el juez sostuvo que la gravedad de los hechos imputados, la pena en expectativa y la existencia de una condena previa (a 8 meses de prisión por lesiones leves agravadas), son elementos suficientes para advertir que el joven podría fugarse en caso de ser liberado.