Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Lo condenaron por herir a su pareja y ahora le niegan salidas transitorias

Abel Eberto Izaguirre fue sentenciado a 4 años de prisión por un hecho ocurrido en enero de 2016.

Foto: Archivo LN.

   La justicia le rechazó el beneficio de salidas transitorias a un hombre condenado a cuatro años de cárcel por agredir a quien por entonces era su pareja.

   El hecho se produjo en la zona de Villa Mitre y estaban presentes dos hijos de la mujer, quienes fueron testigos de lo ocurrido.

   La Sala II de la Cámara Penal confirmó el fallo del juez de Ejecución Nº 1, Claudio Brun, quien negó el pedido realizado por la defensora oficial de Abel Eberto Izaguirre.

   El año pasado el juez Hugo Adrián De Rosa, quien se encontraba subrogando en el Tribunal en lo Criminal Nº 2, halló culpable al acusado del delito de lesiones graves agravadas.

   En el fallo, al que se arribó en trámite de juicio abreviado, el magistrado probó que en la medianoche del 25 de enero del año pasado, en la vivienda de Parera 154 -en cuya parte delantera funcionaba un bar-, el hombre agredió con restos de una botella de vidrio rota a Daniela Patricia Gómez, provocándole varias heridas punzantes en las piernas y la sección completa de arteria y venas femorales superficiales derechas.

   El informe del médico que la atendió en el Hospital Penna confirmó que la mujer arribó con un shock hipovolémico y debió ser intervenida para lograr controlar la hemorragia, señalando que las lesiones recibidas pusieron en peligro su vida.

   La víctima sostuvo que esa noche concurrió al lugar acompañada por sus hijos, de 6 y 9 años, y que como Izaguirre no los quiso atender ingresó por una ventana.

   Dijo que comenzaron a discutir y que el acusado estaba borracho o drogado, que éste tomó una botella, “la revoleó” y rompió contra el piso.

   Explicó que luego la empujó y cayó sobre los trozos de vidrio, comenzando “a sangrar a chorros detrás de las rodillas”.

   Luego, en una ampliación de su declaración, reiteró que discutió con el hombre, aunque sostuvo que el procesado rompió el envase de vidrio contra una mesa y que ella se defendió dándole una patada.

   Mencionó que “al darse vuelta sintió un impacto que la hizo caer al piso de rodillas sobre los vidrios”.

   Uno de sus hijos también describió la situación, agregó que la pareja “discutía fuerte”, pero que era la primera vez que ocurría algo así.

   La hermana del chico manifestó que “el ruso”, como conocen a Izaguirre, “le agarró la pierna a su madre y la cortó con un vidrio de la botella”.

   Izaguirre declaró que ese día encontró destrozos en su casa, una cruz de sal en la entrada y otra en la cama, con una cuchilla clavada en el colchón.

   Comentó que fue a un cumpleaños y que al regresar se encontró con Gómez y sus hijos, mencionando que la mujer estaba ebria y comenzó a agredirlo.

   Señaló que en un momento su pareja tomó una botella para tirársela y que la agarró del brazo izquierdo para evitarlo, rompiéndose tras caer al suelo.

   Sostuvo que en ese momento la mujer perdió el equilibrio y se desplomó sobre los vidrios, resultando con cortes en las piernas.

Opinión

   Los camaristas coincidieron con Brun respecto a que el procesado no reúne las condiciones requeridas para acceder al beneficio.

   Indicaron que el Instituto de Clasificación del Servicio Penitenciario estimó inconveniente incluirlo en el régimen de salidas transitorias.

   Desde el área de Psicología señalaron que "presenta una conflictividad con reiteración de hechos de violencia".

   Los profesiones señalaron, entre otras cosas, la "tendencia a minimizar y proyectar la responsabilidad en terceros".

   Por todo ello, los jueces rechazaron la apelación de la defensora oficial Paola Panis y confirmaron la resolución de Brun.