Bahía Basket recuperó su ADN ante un rival que se entregó antes de tiempo
Creciendo notablemente en su producción, superó a Estudiantes de Concordia, por 89 a 55. El DT visitante sentó a los extranjeros todo el último cuarto, ya que los esperan 6 partidos en 12 días. El segundo tiempo lo ganó el local 47 a 20.
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Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com
Haber recuperado la confianza acompañado de una sólida actuación puede ser la síntesis del triunfo de Bahía Basket ante Estudiantes de Concordia, por 89 a 55, que ganó el complemento 47 a 20 y cortó una racha de 6 derrotas.
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La visita empezó mucho mejor de lo que terminó, apostando al juego interior y abriendo el balón ante los doblajes o congestión en la pintura.
La defensa de Bahía iba y venía por la circulación de balón que generaba el verde, que fue apoyándose en el oficio de Rivero.
Enfrente, además, el equipo de Sepo carecía de juego, aunque vivía del tiro de tres, a pie firme de Fjellerup.
El ingreso de Jasen por Levy sirvió para contener un poco más a Rivero (11 puntos en el primer cuarto), aunque el español Doblas acompañó con su fortaleza y visión de campo para repartir juego y agarrando la pelota como si fuera una naranja.
Estudiantes empujaba hacia adentro, mientras que Bahía, en cambio, seguía comiendo con su tiro a distancia: 5-6 en triples.
La lucha aérea también la dominaba el visitante, que mostraba más claridad y naturalidad, sacando 5 en 3 minutos del segundo cuarto.
De todos modos, le costó disimular la salida de Rivero y Bahía empezó a crecer de atrás hacia adelante.
En la medida que abrió la cancha y atacó más el cesto después de consumir algunos segundos, aparecieron las variantes, motorizadas por Pancho Jasen, que imprimió dinámica.
Con mayor volumen de juego, Juampi Vaulet desafiando y encontrando respuestas en la rotación, Bahía se soltó y tuvo un positivo cierre de primer tiempo, con parcial de 9-2 en 2m20, para estampar la máxima hasta ahí: 42-35.
La misma se extendió a 14 (52-38) en 2m49, con tres corridas, de las cuales dos terminaron en triples (Parodi-Fjellerup) y otra en bandeja del tresarroyense.
Recuperando su ADN, con una defensa asfixiante en primera línea, forzando el juego de su rival y generando pérdidas, Bahía tradujo los recuperos en puntos, aprovechando al efectivo Juampi Vaulet, sacando 18 de luz y afianzándose en su juego.
Manteniendo la fórmula y el alto porcentaje de 3 puntos (63% hasta ahí), la distancia local se estiró a 23, con 2m39 por jugar del tercer cuarto. Y Victoriano sacó a los mayores.
Un triple por pérdida en una salida de Bahía, le dio a Estudiantes la posibilidad de entrar 19 abajo al último período, más allá de perderlo 23-11.
Al igual que cerró el tercer cuarto, el DT visitante mantuvo sólo a los nacionales y juveniles en cancha, poco menos que entregando el partido mucho antes del final, considerando que tienen 6 partidos en los próximos 12 días.
Por eso, en la medida que transcurrieron los minutos, el juego se desvirtuó. Sirvió sí, para el lucimiento de Bahía ante su gente, más allá de las ganas que le puso el piberío visitante.
De todas maneras, para llegar a este final, Bahía Basket hizo méritos mucho antes, recuperando la confianza que había perdido, producto de la sumatoria de derrotas.
El viernes vendrá Peñarol. Será otra posibilidad para seguir subiendo en la tabla y ratificando su recuperación.