Cuenta regresiva para una nueva licitación del dragado en los puertos locales
El viernes próximo se abrirán los sobres para contratar los trabajos de mantenimiento de la profundidad en el canal de acceso y sitios de atraque hasta fin del corriente año.
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Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com
Las obras destinadas a garantizar las condiciones de navegabilidad en el canal de acceso y sitios del sistema portuario local ingresaron en una etapa de definiciones.
Si bien no se trata de la multimillonaria licitación lanzada el año pasado, y que apuntaba a asegurar la realización de un dragado de mantenimiento durante seis años, al menos constituye un paso necesario para el funcionamiento de los puertos locales, en un plazo más acotado.
De hecho permitirá evitar embancamientos en lo que resta del año hasta que el Consorcio lance otra licitación, esta vez por un plazo más extendido.
La licitación actual no tiene presupuesto oficial y la presentación de ofertas podrá efectuarse hasta el viernes próximo a las 10.30 en la sede del Consorcio de Gestión del Puerto, mientras que la apertura de sobres se efectuará media hora más tarde, también en la sede portuaria local.
Los trabajos se centrarán en el canal de acceso a los puertos, canal de acceso a la Base Naval Puerto Belgrano y Puerto Rosales.
También se licitará el dragado de los sitios y zonas de maniobras de Ingeniero White, Galván y Rosales, con sus correspondientes accesos.
El material de refulado (sedimentos extraídos) deberán ser depositados en tres zonas específicas, elegidas especialmente para no afectar el medioambiente del estuario.
El canal de acceso al puerto es de mano única, cuenta con una extensión de 97 kilómetros y ofrece posibilidad de giro en rada o muelles.
La profundización a 45 pies con marea baja (50 en alta) permite que los barcos salgan cargados a pleno durante un espacio mayor de tiempo y que lleguen buques de mayor porte, condición que justifica la contratación de fletes lejanos.
Los beneficios de este tipo de obras y su carácter estratégico, no solo para la región, sino para el país, reside en la posibilidad de captar buques de mayor tamaño.
Menores costos
El empleo de grandes barcos genera una disminución del costo de los fletes, exige cada vez mayor profundidad, una condición que la hidrovía, a diferencia de White, no puede ni podrá ofrecer.
Como se ha informado en varias oportunidades desde estas páginas, una bajante del río Paraná que reduzca tres pies de calado en la Hidrovía se traduce en 8 mil toneladas más de completamiento, por buque, en los puertos locales.
Hasta ahora los Panamax, es decir, buques de 200/220 metros, con capacidades de carga de 60/70 mil toneladas venían a completar 20/30.000 a Bahía, pero ahora comienzan a hacerlo buques de más de 300 metros.
Intento fallido
El primer intento del Consorcio de Gestión para llevar adelante la obra se realizó en septiembre del año pasado, aunque sin resultados positivos.
La obra tenía un presupuesto oficial de 55 millones de dólares más IVA y no registró oferentes.
Luego se decidió subir el monto a 65 millones y allí sí hubo interesados.
Las empresas que se presentaron fueron la “China Communications And Construction Company Limited”, “Boskalis International y Cía. Sudamericana de Dragados S.A.” en forma conjunta; “Dredging International N.V.” y “Van Oord Dredging and Marine Contractors y Pentamar S.A.” en forma conjunta.
Esta licitación internacional fue anulada meses atrás por cuanto la nueva ley de la Marina Mercante impuso un nuevo marco regulatorio e hizo cambiar varias cuestiones buscando reducir costos.
A diferencia de la actual compulsa de precios el plazo de ejecución de las obras era de 6 años, con opción exclusiva del Consorcio a tres años más.
Obras fundamentales
Si bien no reunía la espectacularidad del dragado de profundización y ensanche del canal principal realizado años antes, era una obra de magnitud que continuaba con otra similar que acaba de finalizar en abril de 2017.
Algunos años atrás terminaron las obras de ensanche y profundización del canal principal entre puerto Belgrano y la posta de Inflamables de puerto Galván.
Los trabajos insumieron unos 60 millones de dólares y permitieron la operación de grandes buques, independientemente de la altura de las mareas, con una profundidad de 13,50 metros al cero (en bajamar).
Estuvieron a cargo de la UTE Boskalis (Holanda)-Compañía Sudamericana de Dragado SA (Jan de Nul-Bélgica), que resultó adjudicataria de las tareas .
El monto de la inversión fue asumido por el Consorcio mediante un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El Consorcio ejecutó un recinto para contener parte del refulado, frente a las instalaciones costeras que pertenecieran a la firma Esso, en Puerto Galván, donde se depositaron 850 mil metros cúbicos y se generó un espacio de suelo firme de entre 15 y 20 hectáreas.