Bahía Blanca | Miércoles, 17 de abril

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"Me tocó atajar en un momento difícil y hubiera estado bueno seguir en Primera", dijo Villar

El arquero de Olimpo, quien se retiró lesionado, trató de poner en palabras las sensaciones de un día para el olvido. "Los médicos me dijeron que esté tranquilo ya que los movimientos que me hicieron en la rodilla salieron bien", contó.

Foto: Sebastián Cortés-La Nueva.

   Sin dudas, el de hoy será un día para el olvido para Guido Villar. El joven arquero de Olimpo no solo sufrió con el descenso del aurinegro a la B Nacional, tras la derrota 2-0 ante San Martín de San Juan, sino que además padeció una lesión en la rodilla izquierda que lo obligó a abandonar el campo de juego.

   "Me tocó atajar en un momento difícil y hubiera estado bueno seguir jugando en Primera. Si tengo la oportunidad de estar en la B Nacional, voy a continuar trabajando duro para ganarme el puesto de vuelta", reflexionó el golero sobre el presente y futuro del club bahiense.

   "Todo el grupo va a querer sumar en estos partidos. Los chicos sabemos que es importante ganar rodaje, la B Nacional va a ser un torneo áspero y tenemos que tener experiencia, roce para lo que viene. Vamos a dejar todo en los encuentros que quedan", añadió.

   Cuando a los 25 minutos del segundo tiempo quedó tirado en el suelo, tomándose la rodilla izquierda con gestos de mucho dolor, todos en el Carminatti temieron lo peor. Sin embargo, el propio Guido se encargó de aportar tranquilidad sobre su dolencia que, en principio, se trataría de un esguince.

   "Estoy bien. Fue más el susto del momento que otra cosa. Los médicos me dijeron que esté tranquilo, ya que los movimientos que me hicieron en la rodilla salieron bien. Tengo que esperar los estudios pero estoy tranquilo. Me asusté mucho porque se me movió la pierna para todos lados, algo que nunca me había pasado", contó Villar, quien se retiró del estadio caminando por sus propios medios.

   "Me fui contento por los aplausos de la gente, pero estaba más preocupado por la rodilla. En el vestuario todos mis compañeros me vinieron a apoyar. Me voy a mi casa tranquilo, con la cabeza en alto", cerró el arquero.