La historia de Marcelo, un ferroviario de toda la vida: "Hoy soy un desocupado más"
También una familia que viajó por primera vez y una joven colombiana que le ve un lado romántico al viajar mientras mira el paisaje.
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Por Brenda Ghiberti | brenda.ghiberti@lanueva.com
"Hoy soy un desocupado más", dice Marcelo con tristeza en los ojos llevando a cuestas mucha impotencia.
Tiene el alma ferroviaria. Se lamenta y se pregunta : "Después de tantos años, hay que volver a empezar. ¿Cómo se hace?".
En sus 46 años, Marcelo Zamudio hizo de todo relacionado con el tren: empezó lavando el andén, estuvo en la vía y obra del cambio de rieles y durmientes y trabajó en los talleres antes de llegar a ser guarda.
Fue despedido hace menos de un mes de Ferrobaires y en su reclamo también exige que "no nos dejen sin el tren" porque "es lo más lindo del país".
Su viejo también era ferroviario y él de pequeño vivió todo ese mundo.
"Yo era ferroviario antes de serlo cuando mi viejo de chico me subía a la máquina y paseaba mientras él y sus compañeros trabajaban de cambistas en la playa de Ingeniero White. Solo alguna persona grande sabrá de lo que hablo porque en los '90 se vivió esta misma situación", explica Marcelo.
"Hoy mis compañeros y yo estamos desamparados porque nadie vino a defendernos. Estamos solos", agrega.
"Me dicen que hay cosas peores, pero para mí como para muchos ferroviarios esto es perder la dignidad de llevar el pan a casa."
Marcelo tiene su propia página en Facebook: Guarda Trenes Argentinos, una especie de diario íntimo en el que compartía y comparte su vida arriba y abajo del tren.
"Mi corazón sigue siendo ferroviario", escribe Marcelo casi como un lema en su vida, resignado a buscar por nuevos horizontes.
Además, le pide a sus lectores que sigan viajando en tren: "Si nos sacan el tren, todo va a quedar en el olvido como tantos pueblos ya quedaron olvidados".
"Pedir los boletos, cuidar el tren, charlar y tomar mates con los pasajeros"
La Estación de Tren y su historia
La primera vez, con mucho encanto
Gastón, Joaquín y Daiana son de Buenos Aires y en su primer viaje en tren vinieron a visitar a la abuela Ana. Según ellos “una muy buena experiencia a repetir".
Diana es de Colombia, hace 5 años vive en Bahía y para ella viajar en tren mientras mira el paisaje tiene su tinte romántico y mejor aún si puede llevar su bicicleta.
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