Olimpo, de visitante, siempre igual: no “Pincha”, no suma, no convence…

Redacción de La Nueva.

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Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com
Enviado especial a La Plata

   Si avanzás un escalón y a la otra fecha retrocedés, es lo mismo que nada.

   La posible salvación de Olimpo es tan compleja como su vida en la Superliga. Tras ganarle a Arsenal, le tocó ir a La Plata a enfrentar a Estudiantes, que puso todo el potencial disponible y, después de marcar el ritmo y manejar los tiempos, se quedó con los tres puntos por unas cuantas diferencias que se pudieron percibir ni bien arrancó el partido.

   Campo de juego amplio, jugadores del “Pincha” tan rápidos de la cabeza como de los pies, espacios por todos lados y jerarquías individuales sin similitudes entre un bando y otro.

   Fue hasta lógico que el aurinegro no muestre la intensidad y el mismo atrevimiento que lució frente al conjunto de Sarandí. Porque enfrente tuvo a un adversario con otras ambiciones y que, por la superioridad, hasta pareció de otra categoría.

   Con un párrafo puedo matar dos pájaros de un tiro. Describir a este “León” platense y contar porqué se quedó con el encuentro.

   Estudiantes, fuera de la zona de clasificación a las Copas, plantó un 4-1-3-2 muy elástico, monopolizó el balón y atacó por donde quiso y como quiso. Claro, enfrente estaba Olimpo y había que ganarle como sea. Los hinchas lo hicieron saber mucho antes del partido, en el centro, en los ingresos al estadio, en zona de plateas... No están de acuerdo con el DT Lucas Bernardi y algunos lo silbaron cuando su imagen apareció en la pantalla gigante cerrando la formación del equipo.

   Pero Estudiantes es Estudiantes. La historia lo obliga a reinar frente a contrincantes menos honrosos y sin una vida asegurada en Primera división.

   Ojo: si Olimpo lo ganaba en los últimos 3 minutos del primer tiempo (Villarruel desperdició un mano a mano increíble) o entre los 35 y 45 del complemento, ¿quién iba a decir algo?

   Las situaciones las creó. Exigió a Andújar un par de veces, dejó atrás su vergüenza deportiva y fue a buscar el empate como lo tendría que haber hecho en otros cotejos también: sin importarle comerse una goleada.

   ¿Pero qué quiere que le diga? Más de lo mismo: un equipo sin peso ofensivo, sin variantes, que volvió a especular y a refugiarse muy atrás y que no cambia en nada con las modificaciones que introduce su entrenador.

   Y más allá de su osadía final, como de costumbre, el partido terminó cuando Juan Otero, al que dejaron arrancar desde la mitad de la cancha, vulneró el arco visitante a los 19 segundos de la etapa final.

   ¿Un punto alto? Anchoverri, quien evitó que la historia se terminé mucho antes de lo previsto. ¿Aspectos negativos? Olimpo involucionó. De visitante parece un equipo muy inferior a los rivales que enfrenta, y se nota en el modo de plantear y de sostener un partido.

   Nada es casualidad. Como huésped acumuló su quinta caída consecutiva, sacó 4 puntos de 30 y fue presa fácil de los elencos encumbrados y con otras aspiraciones. Esa estadística también lo llevó al infierno, de donde sólo podrá salir si invoca a Dios y a todos los Santos para un milagro que ya no parece estar al alance de las manos.

La síntesis

Estudiantes (1): Andújar (capitán, 6); F. Sánchez (6), Schunke (6), Desábato (5), Campi (6); Braña (8); L. Rodríguez (5), I.Gómez (6), Lugüercio (5); Otero (7) y Melano (6). DT: L. Bernardi.

Olimpo (0): Anchoverri (7); Ramírez (5), Ojeda (5), Cahais (capitán, 4), Pantaleone (5); Vidal (5), Bellocq (4), Villarruel (4), Troyansky (4); Vila (4) y Lentini (3). DT: Ch. Bassedas.

PT. No hubo goles.

ST. Gol de Otero (E), a los 19 segundos.

CAMBIOS. 60m. Murillo (5) por Lugüercio, 76m. Pavone por Melano y 88m. Talpone por L. Rodríguez, en Estudiantes; 63m. F. García (5) por Ojeda y Llambay (4) por Troyansky y 70m. Depetris (5) por Lentini, en Olimpo.

AMONESTADOS. Otero (87m.), en Estudiantes; Troyansky (33m.) y Depetris (91m.), en Olimpo.

ÁRBITRO. Fernando Espinoza (8).

ESTADIO. Ciudad de La Plata (impecable).