Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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A la espera del acueducto

Una vez más, la tercera desde el anuncio de la obra, se postergó la licitación para la construcción del acueducto desde el río Colorado, una obra que dotará de agua potable a nuestra ciudad, y también a varias localidades de la región.
La apertura de las ofertas será en los primeros días de abril, asegurando las autoridades provinciales que siguen disponibles los recursos financieros que aportará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que la dilatación responde a cuestiones administrativas y de ajuste del proyecto.
Ha habido, por caso, más de 150 consultas técnicas realizadas por las empresas interesadas en cotizar, lo cual obliga, claramente, a que los distintos cuadros de profesionales que elaboraron la documentación realicen las aclaraciones o correcciones adecuadas.
Pero acaso lo más importante es que en los últimos meses se han considerado algunos cambios al proyecto original, desde la ubicación de las cisternas que se plantea construir en la planta urbana hasta la posibilidad de que el agua del Colorado no sea un complemento del complejo hídrico de Paso de las Piedras, sino que se destine a abastecer a determinados sectores de la ciudad.
No es una cuestión menor que se planteen modificaciones superadoras del proyecto, atendiendo a que se trata de una obra que exigirá una inversión inicial de 330 millones de dólares y que conforma la respuesta, de cara a los próximos 50 años, para atender las demandas de los habitantes y permitir el desarrollo industrial.
Hoy Bahía recibe el líquido desde el embalse de Paso de las Piedras, complejo diseñado en 1969, cuando el polo petroquímico no existía y la ciudad sumaba 180 mil habitantes. 
su capacidad de traslado de agua es insuficiente para atender la demanda, y lo hace además trabajando al máximo de su potencial, lo cual, sumado a los casi 50 años de operatividad, genera severas dificultades para garantizar la calidad del servicio.
Es razonable que la obra a licitar sea la mejor posible desde el punto de vista técnico, que se discuta hasta el último detalle y que llegue a la realidad la más adecuada respuesta posible. 
También que toda la comunidad, junto con sus organizaciones y poderes públicos, se mantenga atenta y alerta para garantizar la licitación de una obra que ya planteó como necesaria el perito Francsco Moreno en su paso por la ciudad, en 1910.