Las dudas que rodean a Aguad

Eugenio Paillet

   Por primera vez desde que ocurrió la tragedia del submarino ARA San Juan en importantes despachos del gabinete nacional reconocen que está en duda la continuidad del ministro Oscar Aguad al frente de la cartera de Defensa. Hay rumores de cambio, ya sea por despido o porque el radical cordobés se vea forzado a elevar su renuncia, tras el escándalo por el borrador de la Armada con las instrucciones de navegación para el San Juan que se filtró en el reciente informe de Marcos Peña a la cámara de Diputados.

   Ese borrador mostraba coordenadas que ubicaban al submarino navegado cerca de las Islas Malvinas y dentro del área de exclusión que fijaron los ingleses tras la guerra de 1982. "Son muchos los errores y los familiares (de los marinos desaparecidos)nos siguen respirando en la nuca", dijeron gráficamente en un despacho de la Casa Rosada. Ahora pesaría todavía más la denuncia judicial contra Aguad del padre de una de las víctimas apoyado por otros familiares.

   No sería ese el único mal paso que desde despachos del primer piso de la Casa Rosada le achacan al ministro, en medio de un escenario que el gobierno hasta ahora se había cuidado mucho de tener que enfrentar, que es el descontento de los familiares, potenciado, por los errores cometidos desde que se conoció la desaparición del submarino el 14 de noviembre pasado, y la posible repercusión negativa en la opinión pública.

   El gobierno había conseguido calmar a los familiares de los 44 submarinistas desaparecidos tras la presunta explosión del San Juan mientras navegaba desde Ushuaia a Mar del Plata por aguas del Mar Argentino. Fue en el mensaje que el presidente Mauricio Macri pronunció ante la Asamblea Legislativa el pasado primero de marzo, cuando en el arranque del discurso prometió que su administración no dejará de buscar el submarino y a sus tripulantes y no descansará hasta saber qué fue lo que paso.

   Aguad, a quienes los familiares criticaron desde el arranque de esta historia y lo hicieron responsable político de los desmanejos de la Armada, no contribuyó en estos días a aquella decisión estratégica en torno al espinoso tema de parte de la mesa chica del gobierno, de mantener el vínculo con quienes perdieron a sus seres queridos en algún punto del Atlántico Sur. En una de sus intervenciones radiales meneó un asunto en el que el gobierno prefería no incurrir por su alta sensibilidad: negó ante una pregunta específica que el ARA San Juan haya sido víctima de un ataque con torpedos de parte de otro submarino, sea del Reino Unido o de la Armada de Chile.

   Lo que más enojó a los familiares y generó algún impacto mediático, además de ceños fruncidos en un par de altos funcionarios, fue que en otro reportaje de las últimas horas el ministro de Defensa dijese que era prácticamente "imposible" encontrar al submarino, rescatar los cuerpos de los submarinistas y conocer de manera fehaciente lo ocurrido aquella madrugada del 15 de noviembre cuando se perdió todo contacto con la nave. Esa definición, dicen los que siguen de cerca el tema, colisiona de frente con aquella promesa del presidente a las familias en el mensaje al Congreso.

   De esas declaraciones se agarró Luis Tagliapietra, padre de uno de los submarinistas desaparecidos, para denunciar penalmente al ministro de Defensa bajo los cargos de "incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento, abandono de persona y traición a la patria". Dijo además que Aguad en esas declaraciones utilizó la palabra "imposible" respecto de la posibilidad de encontrar al ARA San Juan, y que ese mensaje va "en contraposición de la propia palabra del Presidente cuando habló" ante la Asamblea Legislativa. Tagliapietra, que es abogado, dijo que por todos esos errores o declaraciones imprudentes Macri debería pedirle ahora mismo la renuncia al ministro de Defensa.

    ¿Qué dicen las fuentes de la Casa Rosada? "El que decide es el presidente", sostienen con una frase de manual, aunque recuerdan que hasta ahora y desde que se precipitó la tragedia aquel 15 de noviembre, Macri siempre respaldó todo lo actuado por el ministro, incluidas las purgas de altos mandos de la Armada.