Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Violación de menores: otros dos casos que conmocionaron a Bahía

El terrible delito que se descubrió en Punta Alta, en perjuicio de una niña de 2 años, tiene antecedentes.

 

Luis Valenzuela fue condenado a prisión perpetua por violar y matar a su hijo natural.

   La brutal violación a una niña de 2 años, que lucha por sobrevivir en el hospital Penna, tiene al menos dos antecedentes, también conmocionantes, en nuestra ciudad que terminaron con la condena de los autores.

   Uno de ellos sucedió la mañana del 10 de mayo de 2002 en la precaria vivienda de Pablo Lejarraga 2050, cuando Luis Eduardo Valenzuela -hoy de unos 34 años- violó a su hijo natural, de 4, y después lo golpeó de manera salvaje. 

   El nene fue trasladado al hospital pero murió. Tenía al menos 18 heridas y evidentes signos del abuso sexual. El padre planteó dos argumentos, primero que se había caído luego de bañarse y luego, que había tenido un accidente en una cama cucheta. Las evidencias le jugaron en contra y la justicia no le creyó: lo sentenciaron a prisión perpetua.

   Los peritos psiquiátrico y psicológico que lo entrevistaron, Eduardo Wrobel y Julio Tapia, coincidieron en que se trataba de una persona con "rasgos psicopáticos".

   Se mostró "sin conciencia de culpa y molesto por la situación de detención", dijo Wrobel.

   "Se siente juzgado por la mirada de los demás, discriminado y actúa en forma defensiva. La angustia y dolor que presenta es por la pérdida de libertad, no existiendo conmoción afectiva por el hijo fallecido", agregó Tapia.

   Hace poco más de 3 años pidió salir de la cárcel y la Corte Suprema se lo negó. Estaría en condiciones temporales de recuperar la libertad dentro de 9 años.

Debajo de un camión

   El 30 de noviembre de 2012, en el barrio Stella Maris, otro caso espeluznante sacudió a nuestra ciudad.

   Una beba de 18 meses había sido violada y arrojada debajo de las ruedas de un camión, aunque de milagro sobrevivió porque un vecino alcanzó a decirle al chofer que no pusiera en marcha el vehículo.

   La justicia condenó a su padrastro, Juan Pablo Rodríguez, a 30 años de cárcel

   Joel Rodríguez, hermano del sentenciado, y su amigo Esteban Rojas, imputados de colaborar en el intento de homicidio, fueron absueltos en primera instancia, aunque Casación revocó el fallo y ordenó someter a ambos a un nuevo juicio.

   Se estableció que el padrastro había abusado de su hijastra y, para ocultar el delito, planeó arrojarla debajo del camión para simular un accidente. 

   La pequeña tuvo graves heridas por el ataque sexual pero afortunadamente se recuperó.