Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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“No conozco planes gradualistas que hayan funcionado”

En diálogo con La Nueva., el consultor Juan Carlos de Pablo habló sobre los principales tópicos de la economía nacional desde una perspectiva histórica.

    Francisco Rinaldi

    frinaldi@lanueva.com

    Para el economista Juan Carlos de Pablo, la historia argentina demuestra que los planes antiinflacionarios graduales, a la manera de los que intenta el gobierno, “no funcionaron”. 
Admite que el endeudamiento externo le preocupa, pero más lo desvela el estado actual, donde la sensación de peligro parece lejana, pese a que está presente. 
        Didáctico, lúcido como pocos y con un tono de voz que suele denotar cierta molestia al responder, atiende a este cronista, que lo escucha del otro lado de la línea telefónica en la redacción de La Nueva., sin más saludo que un “Dale, preguntá”. 
         Con el correr de la entrevista, deja de lado esa sensación de hastío y se entusiasma. 
Sobretodo, cuando se le consulta acerca de la historia de la economía nacional, a la cual ha dedicado varios pasajes de su vida profesional.  
Como empezó, cierra con un “última”, advirtiendo qie ya es tiempo de ir finalizado. Y en el medio, el siguiente diálogo. 
           --¿Es posible bajar la inflación sin que existan mermas en el nivel de actividad y empleo? 
           --Si. Lo que no sé es si es fácil. La historia demuestra que hay casos, como el Plan Austral o la Convertibilidad, donde hubo bajas de la inflación sin retracciones en la actividad económica, pero para eso hace falta un plan integral, que sea creíble. 
        “En rigor, el único plan antiinflacionario recesivo fue el del 1959, cuando Arturo Frondizi era presidente. 
         “Los planes antiinflacionarios en Argentina tienen tres características: todos son de shock, el primer día funcionan y ninguno es eterno”. 
    “Pero no conozco planes gradualistas que hayan funcionado”. 
          --Entonces, vamos mal...
         --No sé si vamos mal. Me parece que nos encontramos en una situación que se puede describir perfectamente con una frase de Keynes (N d R: hace referencia a John Maynard Keynes, uno de los economistas más influyentes del siglo pasado) quien decía que no hay nada peor que un mal aguantable, y agregaba que si las moscas fueran tan peligrosas como los leones, hace siglos que hubieran desaparecido. 
         “Con esto lo que quiero expresar es que hoy veo que estamos en una situación intermedia, donde nadie está entusiasmado, pero tampoco está dispuesto a hacer ningún tipo de sacrificio o aporte  porque no se observa el peligro. 
“Pero eso no significa que el peligro no esté”. 
           --¿Se refiere al financiamiento del déficit fiscal vía deuda? 
       --Si, porque las crisis de deuda son muy complicadas y costosas. El gobierno se está endeudando mucho, y en estas circunstancias, se está a merced de los acreedores externos, lo cual, nunca es bueno. 

Reivindicaciones
         --Mirando un poco la historia, desde 1898 a la fecha, sólo dos ministros de Economía acompañaron al presidente electo en la totalidad de su mandato: el abogado especialista en Derecho Comercial Domingo Salaberry (Hipólito Yrigoyen) y el contador y decano de la UBA Ramón Cereijo (Juan Domingo Perón) ¿es un síntoma de debilidad institucional? 
             --Yo creo que se trata de un estilo. Hay presidentes que tienen un solo ministro y se olvidan y otros que lo cambian permanentemente. 
“De hecho, la permanencia media de un ministro en Argentina es de alrededor de un año y un trimestre. Pero ojo; a ningún presidente le gusta cambiar tanto de ministros, no es tan sencillo”. 
          --En los últimos años, se ve un intento por reivindicar la figura del presidente Arturo Frondizi y el desarrollismo, en el cual se encuadró su modelo económico ¿qué lecciones nos dejó esa experiencia? 
              --Si, y es muy cómico, porque se trató de alguien sumamente criticado en su momento. 
          “Pero yendo a su pregunta acerca del aprendizaje, el desarrollismo, como fin, no me convence: esa idea de políticas económicas diferentes por sectores....por ejemplo, para el caso del petróleo, se hicieron 13 contratos con las petroleras, discutidos uno por uno, pero en la industria automotriz se hizo todo lo contrario, a punto tal que se abrió la ‘tranquera’ a las inversiones extranjeras, ¡y que vengan los que quieran!”
        “Una debilidad de ese modelo era que ‘chocaba’ con el escollo de no poder aumentar las exportaciones. Si tomás la serie de datos de la época, nunca pudieron crecer más allá los 1.000 millones de dólares. 
          “No hay que dejar de mencionar que era un contexto muy diferente al actual, lo que dificulta su reedición a nuestros días, porque por aquellos años (N de R: Frondizi implementó su modelo económico entre los años 1958 y 1962) Argentina no tenía mercado de capitales, de manera que todo pasaba por la inversión real en lugar de la financiera. 
           “Pero quiero aclararle que la esencia del desarrollismo está más asociada a Rogelio Frigerio que a al propio Frondizi (N de R: figura excluyente de la administración frondizista y principal inspirador de varias de sus políticas económicas). 
              “Sin embargo, la relación Frondizi-Frigerio es algo que alguna vez debería ser estudiada desde otra perspectiva diferente a la política-económica”. 
        --¿A qué se refiere? 
        --A que estamos en presencia de dos personajes que se complementaban perfectamente. Y tener gente así en un gobierno, sin dudas que inclina la aguja”. 
               “Vea, yo a mis alumnos les hago leer discursos de Frondizi. Y no hago lo mismo con el resto de los mandatarios. 
    “Esto porque desde el punto de vista de la elocuencia y la preparación no hubo nunca nada parecido. 
     “De hecho, las famosas entrevistas con Kennedy (John Fitzgerald, presidente estadounidense entre 1961 y 1963) , no se celebraron porque Argentina era una potencia, sino porque la personalidad del presidente argentino le interesó especialmente al norteamericano.  
         --Algo similar ocurre con Arturo Illia, a cuyas políticas económicas también se quiere reivindicar...
            --Claro, pero es distinto. Fíjese que si tomamos el PBI de corto plazo, durante la presidencia de Frondizi se creció a razón del  2,5%, pero con Illia el crecimiento llegó al 9%. 
“Y con el mayor de los respetos, nadie puede creer que Illia fue, desde el punto de vista económico, tres veces más presidente que Frondizi”. 
             “Esta bien que quienes quieren a Illia defiendan su gestión económica porque esa imagen de presidente lento e incapaz que se quiso instalar en algún momento no es la verdadera, pero quienes pretenden entronizarlo como un gran estadista, me parece que exageran”. 
               “De hecho, el comienzo de la presidencia de Illia (N d R: abarcó de 1963 a 1966) fue muy parecida a la de Néstor Kirchner: los dos disfrutaron de tasas de crecimiento chinas porque ambos venían de fuertes recesiones heredadas de gobiernos anteriores y una importante mejora en los términos del intercambio. 
           “Y el consenso que había en la profesión por aquellos años era que 1966 iba a ser un año de estancamiento para la economía del país,  hubiera o no golpe militar”. 
       --Pero otros modelos, como el de la generación del ‘80, también mostraban vulnerabilidades....
      --Claro. Pero pensemos por un segundo en el contexto: Argentina, allá por 1860, decidió pegarse a la locomotora del mundo, que por aquel entonces era Inglaterra ¿y cómo no iba a hacerlo? ¡es como si hoy no te querés relacionar con China! ¡serías un idiota!”
      “Encima de todo, asociarse con Inglaterra no era difícil porque su economía era complementaria a la nuestra”. 
“Entonces, el país decidió especializarse en productos primarios para exportarlos a los ingleses y eso funcionó por un tiempo”. 
        “Fue una clara aplicación práctica de que esa especialización tiene sus riesgos”. 
      “Y que cuando viene el ciclo adverso, las cosas se complican”.