Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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El mejor Bahía Basket y sus puntos altos quedaron en el camino

Perdió frente a Gimnasia, por 78 a 61  y cortó la racha de 5 victorias. No jugaron Gerson y Levy.

Fjellerup desafía a la defensa de Gimnasia. Foto: Rocío Zabalza

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com

   Bahía Basket lejos estuvo de ser el mismo equipo que consiguió 5 triunfos consecutivos y perdió frente a Gimnasia de Cmodoro, por 78 a 61.

   Salvo algún pasaje del primer cuarto, en ningún momento del partido el local tuvo el control, sintiendo la ausencia de Levy (principio de neumonía) y Gerson.

   El juego interno le dio de comer en los primeros minutos. Claro que abusó de ese recurso, careció de fluidez y, sumado a la falta de gol perimetral, las variantes se limitaron.

   Parodi no tuvo las riendas del equipo y las carencias adelante se transfirieron atrás.

   Gimnasia tuvo en Spurlock a su hombre dominante, penetrando y frenando, tomando tiros de media distancia, ante un Juampi Vaulet que lo sufrió.

   El foráneo metió 9 de los 16 primeros del verde y eso también comprimió más la defensa local, que liberó a los tiradores: 3-5 en t3, para sacar 9 al cabo del primer tiempo, tras estar 11 arriba.

   Del 0-5 en triples del primer cuarto, Bahía pasó a meter los 2 primeros que tiró (Corvalán y Gerhardt) en el inicio del segundo.

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   Descontó a 6, aunque siguió sin jugar bien. Se apresuró, insistió con las penetraciones olvidando el pase abierto y el desorden local fue aprovechado por la visita .

   Mejor plantado adelante, Gimnasia supo sacar ventaja, Romero hizo el trabajo sucio, Rivero la metió y Spurlock siempre amenazó.

   Bahía, cuando presionó en la primera línea, por momentos recuperó la ilusión, aunque le costó traducir en puntos esas defensas y se fue 8 abajo al entretiempo.

   El 9-0 inicial de la visita cayó como un balde de agua fría: 45-28. Bahía pareció quedarse en el vestuario. La máxima se extendió a 18, en 3m35 del complemento.

   Acaso tocar fondo reactivó a Bahía. Intensificó la defensa y trató de correr.

   Con un equipo bajo (Parodi, Corvalán, los 2 Vaulet y Gerhardt), el local impuso su ritmo defensivo, más allá que sintió la falta de peso para nivelar a Romero y metió un parcial de 10-0: 40-48.

   Lo más difícil a esta altura era equilibrar intensidad-riesgo, sabiendo que aún estaba 8 abajo, diferencia que se estiró a 12 al finalizar el tercer cuarto.

   Bahía, después de 30 minutos, debía cambiar mucho para ganar. Los minutos pasaban y las soluciones no aparecían. Todo lo contrario: se sumaban problemas.

   Gimnasia supo castigar con un par de triples (62-45 a falta de 6m38) y tuvo capacidad para jugar con la ansiedad y urgencia del rival.

   La dinámica defensiva que le daba la formación baja a Bahía lo limitaba en ofensiva. Parodi y Santi Vaulet tomaron el mayor protagonismo, aunque no alcanzaba.

   Correr la cancha parecía la única solución. Para eso el local tenía que recuperar la pelota y ser cada vez más efectivo al pasar y tirar. La ecuación, jugando contra el reloj, resultaba poco menos que inviable.

   Y eso se reflejó en los 21 que sacó la visita a falta de 2m35, ante un Bahía desconcertado que ni lo libres metió (50%).

   Lo más positivo fue que, a pesar de anotar sólo 61, se quedó con la ventaja (+1) en caso de empate en las posiciones ante el mismo rival.

   Se cortó la racha, el domingo tendrá revancha ante Comunicaciones.