Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

A 40 años de un monumento que refleja el divorcio de Bahía Blanca y el mar

El Frente Marítimo o Paseo Costero pretendió ser un parque destinado a facilitar el acceso de la población al mar. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Hoy la basura vuelve a ser dueña de un lugar al que pocos se animan.

Fotos: Rocío Zabalza.

Adrián Luciani

aluciani@lanueva.com

 

   Fue una ilusión más. Otro fracaso en la larga lista de ideas destinadas a construir una ciudad mejor, más amigable con su entorno natural y en definitiva, más armónica. Hoy, a muy pocas cuadras del centro, donde el mar sigue siendo un eterno desconocido, la basura y el abandono vuelven a decir presente, como en las peores épocas.

   De nada parecen haber servido los millones de pesos gastados en hormigón, piedras y asfalto a muy pocas cuadras del centro. Apenas un puñado de pescadores desafía la mugre y un camino lleno de pozos para disfrutar de la costa. Ellos también se habían ilusionado.

   "Vengo hace varios años, siempre a pescar y disfrutar un poco en familia. En su momento me ilusioné, hace muchos años vi en el diario lo que era el proyecto para el frente y parecía muy lindo. En una época acá hasta se practicaba mucho deporte acuático, los chicos del club Pueyrredón hasta habían puesto una cantina, pero ahora no queda casi nada”, dice Gabriel, de 45 años.

   “Cuando vengo me quedo 5 o 6 horas, lo más importante sería que aunque sea hubiera un baño y también que limpiaran todo el camino, porque se ve basura de la que tira la gente y de la que traen camiones. Al pescador le fueron quedando pocos espacios, en el puerto ya no se puede entrar, hoy te tenés que ir a Monte, Pehuen-Có o Cabeza de Buey”, agrega.

   El ambicioso proyecto impulsado en 2010 por el entonces intendente Cristian Breitenstein, con fondos provinciales, quedó trunco en 2013 luego de haberse concretado la primera de sus tres etapas.

   ¿Las razones? Obviamente el no suministro de fondos por parte del Estado bonaerense. “Se robaron todos los millones de pesos que habían prometido para las obras. Este frente es muy lindo, habría que aprovecharlo y que la gente pueda venir a pasear a la tarde, que lo tome como espacio recreativo.

   Pero la realidad es que ahora está lleno de mugre, no podés ni entrar”, dice Marcelo, de 36 años. Para este pescador, asiduo concurrente, hace falta la pavimentación del camino de acceso y el retiro de la basura acumulada.

 

   “Ya no quedan otros espacios para pescar. En el puerto cerraron todo. Muchos lo que pescamos acá lo comemos”. Ricardo, de 55 años, plantea un panorama similar. “Vengo a pescar de vez en cuando, antes iba al puerto pero ahora la gente ya no puede entrar. Un día como hoy –martes-- puedo llego a la tardecita y me quedo hasta la noche, una cantina no sé si sería necesaria porque no hay plata para consumir, pero un baño sería fundamental. El acceso está muy deteriorado y la cantidad de mugre a los costados es impresionante”.

   Su visión del problema es la misma que puede tener cualquiera que se anime a buscar el mar en esta zona del estuario, una de las pocas disponibles y de uso público. Para acceder hay que hacerlo por la calle Belisario Roldán y cruzar la ruta 3. Luego aparece un camino de tierra serpenteante, de 2.400 metros.

   Allí todo es basura y escombros. Basura que arrojan particulares y escombros que, sí o sí, deben haber llegado en camiones y contenedores. Hoy olor en todo el trayecto resulta tan intenso como desagradable.

   Luego aparecen las obras concretadas e inauguradas en enero de 2013, todo en medio de un paisaje degradado por la mugre y el abandono: un bulevar con doble estacionamiento, terrazas panorámicas en distintos niveles, cordón cuneta, badenes y pavimento en los últimos 300 metros antes de llegar a la costa.

   Los bancos, las luminarias, los cestos y los bicicleteros quedaron en el olvido, junto a varias otras obras. Sí se habían dado pasos muy importantes en la limpieza del predio que ocupara el ex basural municipal, aunque como se dijo, hoy la basura vuelve a ser protagonista indiscutido.

   También se advierten las terrazas construidas con gaviones (especie de cajas de alambre rellenas con piedras en su interior), que permiten disfrutar del contacto del mar dependiendo de la altura de la marea.

   En etapas posteriores el proyecto planteaba el derrame de la trama urbana hasta el borde del agua, desde el Balneario Maldonado al Muelle de Pescadores de Cerri, incorporando, como inicio del recorrido, el Acuario y Laboratorios de Investigación a desarrollar por el IADO, organismo que capaz acercar a los bahienses a los conocimientos de un recurso único y casi desconocido como lo es el ecosistema del humedal.

   Ese sector de paseo debió desarrollarse en el exbasural, con plataformas flotantes que a manera de pasarelas permitirán a la población "caminar dentro del estuario".

 

 

Una larga historia

 

   Pero la historia del Frente Marítimo no se remonta a la última década, sino que reúne antecedentes mucho más lejanos en el tiempo.

   La iniciativa fue lanzada, en 1978, por el intendente Víctor Puente, haciendo hincapié en la conveniencia de utilizar los residuos domiciliarios para recuperar sectores bajos y anegadizos, proporcionando a la población un acceso directo a la ría y un adecuado sitio de esparcimiento.

   El proyecto también contemplaba la expropiación de tierras entre la avenida Colón, a la altura del lavadero de lanas, hasta la calle Belisario Roldán (hoy Villa Caracol), rumbo al noroeste, mientras que, en su extremo sudeste, el límite había sido fijado en el ex balneario Colón, junto a la refinería de Eg3.

   Luego de otras etapas, donde se pensaba rellenar unas 300 hectáreas anegadizas, la idea debía finalizar con la concreción de una costanera que, partiendo desde la avenida Colón, se dirigiese hasta General Cerri.

   Hacia fines de 1982, ya se había avanzado en la ejecución de un terraplén de 3 metros de alto por 20 de ancho, sobre el terreno natural, hasta el canal Maldonado y forestación. Hoy, a 40 años desde el lanzamiento de aquella iniciativa, el Frente Marítimo continúa en terapia intensiva, debatiéndose entre la vida y la muerte.

   Ni siquiera las obras de 2012 pudieron aportarle vida. Por eso, a escasos minutos del centro, la ciudad tiene un monumento que testimonia su divorcio con el mar.

 

Un escenario muy difícil de recuperar

1

   En septiembre de 2012, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca firmó un convenio con la provincia para aportar fondos destinados a la concreción de las dos etapas remanentes en el Paseo Costero. Sin embargo, ese acuerdo no se tradujo después en hechos concretos.

2

   El CGPBB iba a encargarse de convocar a diferentes sectores del quehacer portuario para que colaboren con la realización de los trabajos proyectados desde el área de Planeamiento del municipio.

3

   Seguramente el tema será motivo de análisis por parte del grupo de trabajo contratado por el Consorcio y que está comandado por el arquitecto José María Zingoni para mejorar el área lindante con el puerto.