Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Peña va a Diputados y no se la harán fácil

   Marcos Peña irá mañana a la Cámara de Diputados para brindar su primer informe del año al Congreso. La sesión se iniciará a las once y se espera que el Jefe de Gabinete, además de brindar el tradicional informe de situación de los principales temas del gobierno, responda buena parte de las cerca de ochocientas preguntas que le hicieron llegar desde los distintos bloques de la oposición. Con preeminencia, un clásico desde que gobierna Mauricio Macri, de las que envió a la Casa Rosada el bloque cristinista del Frente para la Victoria.

   En el gobierno reconocen que este nuevo paso de Peña por el Congreso no será precisamente un trámite. No la tendrá fácil en un escenario donde se descuenta que además de los temas de agenda, o de rigor como ocurrió en cada una de las anteriores presentaciones a lo largo de esos dos años largos de mandato, aparecerán los reclamos de los diputados opositores en temas sensibles y que hoy dividen aguas como nunca antes con el oficialismo.

   El caso del ministro de Finanzas, Luis Caputo, en el ojo de la tormenta por su presunta participación en cuentas offshore que no fueron incluidas en su declaración jurada lo que le valió tener ahora mismo un expediente abierto en la Oficina Anticorrupción, probablemente dominará la escena de mañana. En especial después de la última jugada del peronismo de proclamar que cuenta con el apoyo de todos los gobernadores justicialistas para reclamar la interpelación del ministro. Incluso, esto ocurrió después que desde el bloque del FPV y otros sectores del cristinismo duro se reclamara lisa y llanamente la renuncia del funcionario.

   En la Jefatura de Gabinete dicen que Peña "está preparado" para afrontar un escenario belicoso de parte de la oposición, aunque no entregan prenda sobre los argumentos que utilizará si es interpelado por la situación de Caputo. En todo caso se reafirma que tanto el alto funcionario como en su momento el propio Mauricio Macri le brindaron su más completo respaldo.

   Es probable, aunque no figura en el temario de manera específica, que durante el informe de mañana el jefe de Gabinete deba abordar cuestiones de otros proyectos sensibles como el que propicia debatir la cuestión de la despenalización del aborto, para la cual Macri ya dio vía libre y de manera extraoficial dejó trascender que no vetará una ley en esa dirección en caso de ser sancionada por el Parlamento. No es menor recordar que Peña debería verse obligado mañana a defender el proyecto de despenalización tras haber declarado públicamente que está en contra de ese procedimiento.

   Desde lo formal, Peña informará al plenario de Diputados sobre otros proyectos de ley que le interesan al gobierno como la de simplificación y desburocratización del Estado, que Macri se vio obligado a convertir en proyecto tras su primer intento de avanzar mediante un DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que la oposición rechazó. También informará sobre temas caros a los intereses de la administración macrista como la Ley de Ética Pública y la Reforma al Código Penal, entre otras. También se espera que el ministro coordinador insista con el plan del gobierno para avanzar en una reforma electoral parcial para ser aplicada en las elecciones de 2019, que incluya la utilización de una Boleta Única en reemplazo del voto electrónico. Un paso que la oposición peronista también se ha mostrado reacia a apoyar.

   El otro proyecto sobre el que se referirá Peña y que puede generar polémica es el de equiparación salarial de género, con el que el presidente hizo bandera en medio de aquellas disputas entre abortistas y antiabortistas y la marcha del 8M por el Día de la Mujer. Como se sabe ahora que el texto de la iniciativa ha salido a la luz, finalmente el gobierno se quedó a mitad de camino con el reclamo para que las mujeres cobren iguales salarios que los hombres. El articulado determina que ese requisito será "optativo" y no obligatorio para las empresas. Un cambio de última hora que seguramente será tomado por la oposición cristinista, y los bloques de la izquierda, para cobrarle alguna factura al gobierno y al propio Peña.