Frondizi, por Bahía

Redacción de La Nueva.

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Hace 56 años, en febrero de 1962, visitó nuestra ciudad el presidente de la Nación, Arturo Frondizi, en lo que sería una de sus últimos viajes ejerciendo el cargo.
A sus 54 años de edad, Frondizi cumplía cu cuarto año de un mandato por demás complicado y severamente cuestionado y condicionado por los militares. Proscripto el peronismo, había obtenido el 44% de los votos, aventajando a Ricardo Balbín, que fuera unos años antes su compañero de fórmula radical.
En su actividad local el presidente inauguró el puente sobre el arroyo Napostá, a la altura de calle Alsina, al que cruzó en automóvil, sin detener su marcha, cortando durante su marcha una cinta que sostenían niños apostados a cada lado del cruce.
La habilitación del paso vehicular pasó casi inadvertida frente a la serie de actos realizados por el primer mandatario a una ciudad a la que definió como “fortín del progreso”, y que le sirvió para ensayar un renovado discurso de confianza en el país, acosado como estaba por innumerables planteos de las Fuerzas Armadas. 
“Desde esta puerta atlántica de la Patagonia, miles de argentinos salieron en el pasado a conquistar el porvenir. Muchos murieron en manos del indio o fueron abatidos por la soledad, el hielo y el viento. Pero la patria ganó su batalla”, señaló el presidente. También alertó sobre el fantasma del comunismo, cuyos aliados son, dijo, “los que creen que éramos más felices cuando vendíamos carne y cereales a Europa”.
Frondizi inauguró nuevo equipamiento de la usina eléctrica General San Martín (el castillo), visitó el Mercado Victoria, transferido a la secretaría de Agricultura de la Nación, y en el depósito de aguas corrientes de la avenida Pringles inauguró el nuevo acueducto desde Paso de las Piedras. Le quedaban poco más de treinta días de mando.